Desde el inicio del conflicto en Sudán, el número de personas en riesgo de sufrir violencia de género, incluyendo violencia sexual, ha triplicado su cifra, superando los 12 millones, según advirtió ONU Mujeres en un comunicado este jueves. La agencia de igualdad destacó que las mujeres y niñas sudanesas están soportando «la peor parte» de una crisis que a partir del 15 de abril entrará en su tercer año.
Las condiciones en las que se encuentran estas mujeres son alarmantes. Enfrentan una combinación devastadora de hambre aguda, altos índices de violencia de género y acceso limitado a atención sanitaria, educación y oportunidades de subsistencia. ONU Mujeres ha identificado evidencia del uso sistemático de la violencia sexual como arma de guerra en este conflicto, aunque la falta de denuncias sobre estos casos es preocupante.
Uno de los aspectos más críticos es el colapso del sistema sanitario: actualmente, el 80% de los hospitales en las áreas afectadas por el conflicto no están operando, lo que ha disparado la mortalidad materna y ha obstaculizado el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. A este panorama se suma que el 80% de las mujeres desplazadas carecen de acceso a agua potable, enfrentándose a altos precios, problemas de seguridad y dificultades de desplazamiento.
A pesar de estos desafíos, las mujeres en Sudán están alzando la voz y exigen un 50% de representación en las mesas de negociación, apoyadas por la Declaración Feminista de Kampala, un plan elaborado por 49 grupos liderados por mujeres. Anna Mutavati, directora regional de ONU Mujeres para África Oriental y Meridional, criticó la exclusión sistemática de las mujeres en los procesos de paz del país, subrayando su papel transformador en la política sudanesa.
«Instamos a todas las partes interesadas, gobiernos, donantes y la comunidad internacional, a que actúen con decisión: pongan fin al conflicto, amplifiquen la voz de las mujeres en la consolidación de la paz y hagan justicia», agregó Mutavati.
En los últimos dos años, ONU Mujeres ha colaborado con más de 60 organizaciones dirigidas por mujeres para llegar a más de 15,000 mujeres en las zonas más afectadas del país, proporcionándoles artículos esenciales, servicios básicos y capacitación profesional. Gracias a los programas respaldados por el Fondo de Mujeres para la Paz y la Asistencia Humanitaria, las mujeres desplazadas han tenido acceso a refugios seguros, atención de salud mental y asistencia legal.
La agencia concluyó que al situar a las mujeres en el centro de la recuperación, Sudán puede comenzar a sanar y avanzar hacia un futuro más justo y estable.
Fuente: ONU últimas noticias