La ciclista española pasó un control antidoping por sorpresa, cosa muy común cuando hablamos de este deporte, y nadie relacionaba su «espantada» con el ataque de ansiedad, pero para ella la cosa era distinta, porque sabía que había tomado algo ilegal y que en el resultado del control podía salir el EPO, por eso se puso nerviosa y volvió a España antes de tiempo.
Ahora tendrá que asumir su grado de culpabilidad, puesto que encima no tiene excusa de haber realizado tal «gilipollez» y más viendo los últimos casos dopaje y todo lo que ha pasado, por lo que ha ensuciado mucho más la imagen del ciclismo español, y eso que el listón está alto y todo el mundo esta alucinando con lo que hacen nuestros deportistas, así que las suposiciones volverán a rondar a los nuestros.