El director adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Carl Skau, afirmó este viernes que la crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles sin precedentes. Durante una rueda de prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Skau subrayó que la situación es «peor de lo que había visto nunca», refiriéndose al incremento alarmante del hambre y la desnutrición en la región. Según datos de UNICEF, 90.000 niños requieren tratamiento urgente por desnutrición.
Skau también relató experiencias desgarradoras, mencionando a madres que aconsejan a sus hijos no jugar para evitar el gasto de energía que no pueden reponer con la comida escasa que tienen. Además, compartió testimonios de familias que han sido desplazadas entre dos y tres veces en la última semana, mientras que el 85% del territorio de Gaza enfrenta operaciones militares activas.
Para estabilizar la situación, el PMA ha señalado que se necesitan al menos 100 camiones de alimentos diarios, advirtiendo que la mitad debe destinarse al norte de Gaza para ayudar a contener los precios. Sin embargo, los trabajadores humanitarios enfrentan múltiples obstáculos, como autorizaciones en los puestos de control y una falta crítica de combustible y repuestos para los vehículos. Skau describió que la mayoría de sus vehículos blindados han sido dañados, complicando las comunicaciones entre los equipos de ayuda.
En una nota de optimismo, Skau comentó sobre las recientes reuniones con autoridades israelíes, donde se mostró cierto interés en facilitar la distribución de ayuda humanitaria a través de la ONU. Sin embargo, reiteró que es urgente un alto el fuego para que la ayuda pueda ser entregada de forma segura.
Desde Ginebra, la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, condenó los recientes asesinatos de niños en Gaza, quienes fueron víctimas de un ataque mientras esperaban ayuda alimentaria. Shamdasani enfatizó que es inaceptable que la población se vea forzada a elegir entre recibir un disparo o alimentarse.
La situación de violencia durante la distribución de ayuda se ha vuelto crítica, con un número alarmante de asesinatos documentados, que asciende a 798 desde finales de mayo, la mayoría debidos a heridas de bala. La Oficina de la ONU ha instado a la comunidad internacional a actuar ante esta crisis inminente, mientras que el portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Christian Lindmeier, expresó que “poco a poco van faltando palabras para describir el escenario”.
Finalmente, la directora de Comunicaciones de UNRWA advirtió sobre el plan de Israel de desplazar a los palestinos hacia Rafah, lo que podría resultar en la creación de grandes campos de concentración. En medio de esta crisis, la Agencia para los Refugiados Palestinos insistió en la necesidad de un alto el fuego inmediato y la apertura de caminos para la ayuda humanitaria.
Fuente: ONU últimas noticias