Según datos de las Naciones Unidas, el uso de cascos de calidad puede reducir en más de seis veces el riesgo de muerte y hasta en un 74% el riesgo de lesiones cerebrales para los conductores y pasajeros de motocicletas. Ante esta alarmante realidad, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) junto con el enviado especial del Secretario General de la ONU para la Seguridad Vial, Jean Todt, han realizado un llamado urgente para la adopción generalizada del uso de cascos de calidad. Este llamamiento coincide con la 4ª Conferencia Ministerial sobre Seguridad Vial que se lleva a cabo en Marrakech del 18 al 20 de febrero.
Un reglamento de la ONU, conocido como Reglamento 22, ha sido un modelo para que los países legislen el uso de cascos probados y certificados durante más de cincuenta años. Este reglamento ya se aplica en 43 países, incluyendo España, y podría salvar millones de vidas si se implementara en otras naciones, principalmente en América Latina, donde actualmente no se aplica.
Jean Todt enfatizó que “los países deben colmar las lagunas legislativas que aún persisten para hacer obligatorio el uso del casco y garantizar que todos puedan disponer de cascos seguros y asequibles”. Aseguró que con voluntad política y asociaciones como la Iniciativa de Cascos Seguros y Asequibles, es posible avanzar en este sentido. “Ahora necesitamos acciones a escala”, añadió.
La secretaria ejecutiva de la CEPE, Tatiana Molcean, también abordó el problema del acceso limitado a cascos, a pesar de que millones de hogares en todo el mundo dependen de vehículos de dos y tres ruedas para su movilidad. Molcean subrayó que el costo humano de esta situación, así como el impacto económico derivado de muertes y lesiones, es completamente inaceptable. Para ella, es una responsabilidad colectiva de reguladores, gobiernos y fabricantes garantizar la disponibilidad de cascos que cumplan con las normas de seguridad estipuladas por la ONU, y convencer a los motoristas de su uso. “Se trata de una cuestión de justicia y equidad: nadie debe quedarse atrás en materia de seguridad vial”, concluyó.
La realidad en las Américas es preocupante, ya que las muertes de motociclistas han aumentado en un 67% desde 2013. Las motocicletas representan casi el 70% del parque de vehículos en países como India, Indonesia, Filipinas y China. Sin embargo, la falta de un enfoque sistemático para garantizar la seguridad ha llevado a un aumento significativo de muertes y lesiones. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, los motociclistas y otros conductores de vehículos de dos o tres ruedas representan el 30%, es decir, 357.000 muertes de un total de 1,19 millones de accidentes mortales al año en todo el mundo.
En América, el 12% de todas las muertes globales en accidentes de tráfico ocurren, lo que representa aproximadamente 144.090 fallecimientos. En esta región, la tasa de mortalidad entre los usuarios de vehículos de dos y tres ruedas ha aumentado un 67% desde 2013. Por otro lado, Europa, donde se concentra la mayoría de los países que aplican el Reglamento 22, ha visto una disminución del 36% en las muertes desde 2010.
Para hacer frente al costo de los cascos certificados por la ONU, que puede ser un obstáculo en muchos países, Jean Todt lanzó en 2020 la Iniciativa Cascos Seguros y Asequibles, que tiene como objetivo aumentar la disponibilidad de cascos seguros a precios accesibles. En este marco, productores de países como India, Indonesia, España y Corea del Sur han comenzado a fabricarlos a un precio de aproximadamente 20 dólares, y más de 40.000 cascos ya han sido distribuidos gracias a la colaboración de esta iniciativa en 17 naciones de África, América Latina y el Sudeste Asiático.
Fuente: ONU últimas noticias