Los medios de comunicación clave para impulsar el trato igualitario entre géneros

La violencia de género es una lacra que parece no tener fin. Los medios de comunicación se han convertido en la principal fuente de información ante esta situación, tanto en España como en el resto de la Unión Europea. Aunque con el paso de los años se han ido logrando importantes avances, el director del Máster Universitario en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU, Pau Crespo Donet, ha explicado en su masterclass «Medios de comunicación y violencia de género» que a la hora de tratar la información, aún siguen existiendo casos en los que se utilizan un lenguaje discriminatorio hacia la mujer.

A lo largo de la conferencia, hablaron sobre el papel de los medios de comunicación en este sentido, concluyendo que han contribuido a aumentar la desigualdad entre hombres y mujeres durante décadas al difundir los diferentes roles de género y difundir estereotipos. “Los hombres siguen relacionados con el campo de la producción y el trabajo, mientras que las mujeres están relacionadas con el campo de la enfermería y la familia”, señaló la docente de VIU.

Ley de Violencia de Género y medios

Sobre la legislación al respecto, el experto ha comentado que la ley de Violencia de Género (1/2004) no establece prohibiciones ni obligaciones sobre sus contenidos ni sobre el tratamiento informativo en violencia de género, únicamente principios generales que los medios deben seguir. En este sentido, la norma indica en su artículo 14 que “los medios de comunicación fomentarán la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombre y mujer, evitando toda discriminación entre ellos”. Así como que “la difusión de informaciones relativas a la violencia sobre la mujer garantizará, con la correspondiente objetividad informativa, la defensa de los derechos humanos, la libertad y dignidad de las mujeres víctimas de violencia y de sus hijos. En particular, se tendrá especial cuidado con el tratamiento gráfico de las informaciones”.

“A pesar de estos principios generales, lamentablemente podemos seguir observando numerosos ejemplos de contenidos discriminatorios y/o vejatorios con las mujeres o con las violencias que sufren en la publicidad, a través de productos de limpieza, locales de ocio o juguetería, en la industria musical, en los contenidos informativos, en los contenidos de entretenimiento y en el cine”, ha remarcado Pau Crespo Donet, director del Máster Universitario en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU.

En esta misma línea, Patricia Costa Grande, periodista en RNE y ponente invitada a la sesión, ha querido poner en valor la figura de la editora de género en los medios de comunicación. “Lo deseable sería que todos los medios contaran con este perfil, pero la realidad es que no es así. El primer paso al respecto lo dio The New York Times en 2017 y el diario argentino Perfil en 2018. En España, ya hay medios de comunicación que cuentan con alguien que ejerza este rol”.

Fenómeno Rocío Carrasco y Ana Orantes

En el repaso histórico del tema, los ponentes han abordado el asesinato de Ana Orantes, una mujer que relató los malos tratos sufridos durante cuarenta años de relación con su ex marido en un programa de televisión y que fue brutalmente asesinada por éste días después, como el primer gran cambio en la relevancia y tratamiento social de la violencia de género en nuestro país. “Las demandas y una difusión mayor por parte de los medios empezaron a suponer un cambio en la percepción social de la violencia de género y de la necesidad de erradicarla. Fruto de este aumento de la sensibilidad social es la aprobación de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de protección integral contra la violencia de género, la primera ley en nuestro país en adoptar una perspectiva global en la erradicación de la violencia de género sobre la mujer”, ha apuntado Pau Crespo.

Asimismo, han comentado el caso de Rocío Carrasco y el incremento de llamadas al 016 tras la emisión del programa. Al respecto, la periodista Patricia Costa Grande ha señalado que se puede hacer una doble lectura sobre este tema. “Por una parte, todo suma y, por mi contacto permanente con asociaciones de mujeres que trabajan en la atención a supervivientes de la violencia machista, la emisión de este documental supuso un incremento de llamadas y consultas. Es decir, ha actuado como detonante para que muchas mujeres diesen el paso de cara a dejar atrás el maltrato. Sin embargo, por otra parte, creo firmemente que temas tan sensibles como la violencia machista, han de tratarse en otro contexto, lejos de fines lucrativos y de espectáculos televisivos. La violencia machista es algo muy serio que, al menos desde 2003, ha matado en nuestro país a más de 1.100 mujeres, niños y niñas” ha advertido.

En este sentido, Pau Crespo Donet, director del Máster Universitario en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU, ha concluido señalando que “cerca de 25 años después del asesinato de Ana Orantes y de 18 años después de la aprobación de la LO 1/2004, aún queda mucho por hacer en esta materia. En nuestra sociedad siguen reproduciéndose y consolidándose actitudes y valores que fundamentan la desigualdad y la discriminación de género y que favorecen situaciones de violencia de género”.

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