En un giro sorprendente en las tendencias de la vida doméstica, los jóvenes de la Generación Z (Gen-Z), aquellos nacidos aproximadamente entre 1997 y 2012, han comenzado a rechazar la tradicional sábana encimera en sus camas. Esta elección ha generado una mezcla de confusión y cierta incredulidad entre las generaciones anteriores, que consideran este hábito casi sagrado en el arte de hacer la cama.
Según un estudio reciente realizado por la empresa de artículos para el hogar CasaEstilo, más del 60% de los encuestados pertenecientes a la Gen-Z admitieron que prefieren dormir únicamente con un edredón o una colcha, prescindiendo de la sábana encimera. Las razones son diversas: desde la búsqueda de simplicidad y eficiencia en su rutina diaria hasta un deseo de mayor comodidad y una estética más relajada en sus habitaciones.
“Es mucho más fácil hacer la cama sin la sábana encimera”, comentó María, una universitaria de 21 años que vive en un departamento compartido. “Además, no le veo el sentido a tener una capa adicional que solo se arruga. Para mí, menos es más”. Esta forma de pensar ha provocado reacciones encontradas en sus padres y abuelos, quienes ven en la sábana encimera un símbolo de orden y tradición.
“No puedo entender por qué querrían deshacerse de algo que ha estado presente en la cultura del sueño durante generaciones”, expresó Javier, un hombre de 52 años. “Para nosotros, la sábana encimera es parte de la presentación de la cama; es la forma en que se muestra cuidado y atención al espacio”. Esta percepción se ve alimentada por la nostalgia y la idea de que la manera en que se hacen las cosas ha sido siempre mejor.
Los influenciadores de estilo de vida en redes sociales también han jugado un papel crucial en esta tendencia. Muchos recomiendan un enfoque más minimalista, sugiriendo que una cama bien hecha se puede lograr sin llevar a cabo el proceso de colocar capas innecesarias de sábanas. En plataformas como TikTok e Instagram, el hashtag #sinSábanaEncimera ha ganado popularidad, con miles de publicaciones que celebran esta nueva forma de conceptualizar el descanso.
Mientras tanto, los expertos en descanso advierten sobre las implicaciones prácticas de esta tendencia. “Cada persona tiene sus preferencias, pero hay razones funcionales para utilizar la sábana encimera. Ayuda a proteger el edredón y facilita la limpieza”, explicó la doctora Ana Martínez, especialista en sueño. Sin embargo, reconoce que esta generación está redefiniendo no solo cómo duermen, sino también cómo viven en general.
Así, el debate sobre la sábana encimera se extiende más allá de lo estético, convirtiéndose en un símbolo de un cambio generacional más amplio. Mientras los antiguos defensores de las tradiciones hacen frente a estos cambios, una nueva generación de jóvenes continúa desafiando las normas convenciales, dejando su huella en la cultura cotidiana de formas inesperadas. Al final, ¿será este fenómeno una simple moda pasajera o el signo de un cambio duradero en nuestra vida cotidiana? Solo el tiempo lo dirá.