En un reciente informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se destaca el papel crucial de los jóvenes en la transformación de los sistemas agroalimentarios con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria, la nutrición y las oportunidades económicas. Con más de 1.300 millones de personas en el mundo de entre 15 y 24 años, el informe subraya que la juventud es fundamental para el cambio en el sector agrícola, actuando como la próxima generación de productores y consumidores.
Sin embargo, los desafíos que enfrentarán son significativos. Desde la necesidad de aumentar la producción de alimentos para una población creciente, hasta la adaptación a los efectos del cambio climático y la escasez de recursos hídricos. La situación se complica aún más con el aumento de la inseguridad alimentaria entre los jóvenes, que ha pasado del 16,7% entre 2014 y 2016 a un alarmante 24,4% en el período 2021-2023, con un impacto especialmente fuerte en África, donde se prevé que la población joven crezca un 65% para 2050.
El informe revela que el 20% de los jóvenes ni trabaja, ni estudia, ni recibe formación (nini), siendo las mujeres dos veces más propensas a estar en esta situación. Abordar el desempleo juvenil y ofrecer oportunidades laborales podría incrementar el PIB mundial en un 1,4%, lo que equivaldría a 1,5 billones de dólares, con un 45% de esta mejora proveniente de los sistemas agroalimentarios.
Para empoderar a la juventud, el informe destaca la necesidad de intervenciones que fomenten la inclusión, el acceso a capacitación y recursos, y la mejora de la productividad en las explotaciones agrícolas. También se requiere un aumento en los programas de protección social, especialmente dado el limitado acceso de los jóvenes a financiamiento.
La migración juvenil también es un tema relevante, ya que los jóvenes tienden a migrar más que los adultos, principalmente dentro de sus países, aunque la migración internacional ha aumentado en las últimas décadas, especialmente en África subsahariana y América Latina.
A nivel regional, el 54% de los jóvenes vive en áreas urbanas, mientras que solo un 5% representa la juventud rural en los sistemas agroalimentarios industriales, lo que plantea una posible escasez de mano de obra si no se logran hacer más atractivas las profesiones agrícolas. Sin embargo, muchos jóvenes del medio rural habitan en zonas con alto potencial agrícola, lo que representa oportunidades de inversión.
El informe también señala que fenómenos climáticos extremos amenazan la productividad, con 395 millones de jóvenes rurales viviendo en áreas donde se anticipa una disminución en la producción agrícola. Para abordar estos desafíos, el informe sugiere ampliar oportunidades económicas, modernizar infraestructuras, facilitar el acceso a recursos y promover una migración ordenada que contemple las necesidades de la juventud, además de mejorar el acceso a tecnologías digitales para que los jóvenes agricultores puedan adaptar sus prácticas y conectarse con los mercados.
Fuente: ONU últimas noticias