En 2024, se ha registrado un aumento significativo en la tasa de empleo de la población de 20 a 64 años en la Unión Europea, alcanzando un impresionante 75,8%, lo que equivale a 197,6 millones de personas. Esta cifra representa el porcentaje más alto desde el inicio de la serie temporal en 2009, y marca un crecimiento de 0,5 puntos porcentuales en comparación con 2023 y de 1,2 puntos porcentuales respecto a 2022.
Entre los países de la UE, los Países Bajos lideran con un notable 83,5% de tasa de empleo, seguidos de Malta con 83,0% y Chequia con 82,3%. En contraste, Italia presenta la tasa más baja con un 67,1%, seguida por Grecia (69,3%) y Rumanía (69,5%). Estos datos provienen de la reciente publicación sobre el mercado laboral realizada por Eurostat.
El informe también destaca la preocupante cuestión de la sobrecalificación en el ámbito laboral. En 2024, la tasa de sobrecalificación en la UE se situó en 21,3%, afectando mayormente a las mujeres, con un 22,0%, en comparación con el 20,5% de los hombres. Este fenómeno se define como la situación en la que las personas con educación terciaria se encuentran desempeñando trabajos que no requieren un nivel tan elevado de formación.
Los datos revelan que España presenta la mayor tasa de sobrecalificación, alcanzando un alarmante 35,0%, seguida de Grecia con un 33,0% y Chipre con un 28,2%. Por otro lado, Luxemburgo, con un 4,7%, Croacia (12,6%) y Chequia (12,8%) reportan las tasas más bajas.
Es importante señalar que, en 21 de los 27 países de la UE, las mujeres tienen tasas de sobrecalificación más altas que los hombres, siendo las diferencias más notables en Italia (7,7 pp), Eslovaquia (6,4 pp) y Malta (5,3 pp). Sin embargo, en seis países de la UE, los hombres presentan tasas de sobrecalificación superiores, con las diferencias más marcadas en Lituania (5,2 pp), Letonia (2,6 pp) y Estonia (2,5 pp).
Estos hallazgos no solo subrayan la mejora en el empleo dentro de la UE, sino que también resaltan la necesidad de abordar la sobrecalificación y sus implicaciones tanto en la igualdad de género como en la optimización del potencial laboral en la región.