En las vísperas del tercer aniversario de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, el subsecretario general para Europa del Departamento Político y de Consolidación de la Paz, Miroslav Jenča, destacó este lunes en el Consejo de Seguridad la importancia de enfocar los esfuerzos diplomáticos en la búsqueda de una paz justa y duradera.
Durante su intervención, Jenča subrayó la necesidad de facilitar el diálogo entre todas las partes involucradas en el conflicto, haciendo énfasis en la participación plena de Ucrania y la Federación de Rusia. «Las Naciones Unidas alientan el diálogo y acogen con satisfacción todos los esfuerzos genuinos que atenúen el impacto de la guerra en la población civil y contribuyan a la distensión del conflicto», expresó.
El subsecretario también reiteró la postura del Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmando que «cualquier resolución pacífica debe respetar la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y las resoluciones de la Asamblea General».
La reunión del Consejo de Seguridad coincidió con el décimo aniversario de la resolución 2202, que ratificó los acuerdos de Minsk firmados en 2015, destinados a poner fin al conflicto en el este de Ucrania. Esta resolución incluyó un «paquete de medidas» que abogaba por un alto el fuego inmediato y la retirada de armamento pesado en las regiones de Donetsk y Luhansk.
Jenča utilizó la ocasión como un recordatorio de los esfuerzos diplomáticos pasados y la gravedad de las consecuencias de no haber alcanzado una paz duradera. Elogió a la Misión Especial de Observación de la OSCE por su labor de seguimiento de las violaciones del alto el fuego y facilitación del diálogo durante ocho años. «Los acuerdos de Minsk nos han enseñado que acordar un alto el fuego o firmar un acuerdo no garantizan por sí mismos el fin duradero de la violencia», explicó.
La situación humanitaria en Ucrania también fue preocupante, ya que los trabajadores humanitarios reportaron ataques que han causado la muerte y heridos entre civiles en varias regiones. Según informaciones oficiales, las comunidades más afectadas han sido Dnipro, Donetsk, Jersón y Zaporiyia. En un ataque reciente, una central térmica en Mykolaiv resultó dañada, dejando a aproximadamente 100.000 personas, incluidos niños, sin calefacción en medio de temperaturas bajo cero. Además, unos 760 edificios de viviendas, cerca de 70 escuelas y 20 centros de salud también se vieron afectados.
Las organizaciones humanitarias han respondido rápidamente, proporcionando apoyo que incluye ayuda de salud mental, kits de refugio de emergencia y alimentos. A partir del lunes, el operador de la red eléctrica ucraniana, Ukrenergo, implementó cortes de energía de emergencia en varias regiones debido a la nueva ola de ataques.
Fuente: ONU últimas noticias