En el año 2023, un estudio reveló que en la Unión Europea, un 20,0% de los adultos entre 25 y 59 años que vivieron en una situación financiera desfavorable durante su adolescencia estaban en riesgo de pobreza en la actualidad. Esta cifra se compara con el 12,4% de aquellos que describieron su situación financiera juvenil como buena. Estos datos resaltan cómo la situación económica durante la adolescencia puede tener un impacto significativo en el nivel de vida en la adultez.
El informe nacional destaca que Bulgaria presenta las mayores disparidades en cuanto al riesgo de pobreza, basadas en la situación financiera durante la infancia. En Bulgaria, el 48,1% de los adultos que reportaron una situación financiera familiar desfavorable a los 14 años se encuentran ahora en riesgo de pobreza, frente al 14,4% de aquellos que experimentaron una buena situación financiera. Rumanía muestra cifras similares, con un 42,1% y un 14,6% respectivamente, mientras que en Italia, las cifras son del 34,0% comparado con el 14,4%.
En el otro extremo, Dinamarca es el único país donde los adultos que crecieron en hogares con dificultades financieras no presentan un mayor riesgo de pobreza en comparación con sus contrapartes. Los porcentajes son cercanos, con un 8,5% para aquellos de hogares con mala situación financiera y un 8,9% para los de buena situación financiera. Eslovenia y Finlandia también presentan diferencias mínimas entre los dos grupos, con cifras de 10,9% y 10,4% en Eslovenia, y 10,1% y 9,2% en Finlandia, respectivamente.
Este análisis subraya la importancia de considerar la transmisión intergeneracional de las desventajas, y cómo factores socioeconómicos tempranos influencian las perspectivas económicas en la vida adulta. La comprensión de estas dinámicas es crucial para la implementación de políticas que busquen romper el ciclo de la pobreza y fomentar una mayor equidad socioeconómica en Europa.
