El Dr. Juan Arenas, jefe del Servicio de Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa, ha alertado sobre la creciente incidencia del síndrome metabólico y su conexión con el hígado graso, una condición que frecuentemente pasa desapercibida en sus primeras etapas. Este síndrome se caracteriza por un conjunto de alteraciones que incluyen obesidad, hipertensión, dislipemias y resistencia a la insulina. Con el aumento de su prevalencia en las últimas décadas, se ha convertido en un problema de salud pública relevante, especialmente debido a su asociación con la enfermedad hepática grasa.
El hígado graso se manifiesta por la acumulación de grasa en el hígado, lo que puede causar inflamación y, a largo plazo, fibro y cirrosis. Según el Dr. Arenas, esta enfermedad a menudo es silenciosa. Su detección suele llevarse a cabo mediante analíticas que revelan un incremento de las enzimas hepáticas, y su confirmación se realiza a través de ecografías o técnicas de elastografía, como el FibroScan, que permiten evaluar la fibrosis sin recurrir a biopsias invasivas.
Los factores de riesgo más significativos para desarrollar estos problemas incluyen la obesidad, el sedentarismo y, en menor medida, factores genéticos. Para prevenir o incluso revertir tanto el síndrome metabólico como el hígado graso, el experto aconseja adoptar hábitos de vida saludables, tales como seguir una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico regularmente y, sobre todo, lograr una pérdida de peso, la cual es fundamental para mejorar la salud tanto a nivel hepático como cardiovascular.
Adicionalmente, el Dr. Arenas destacó el potencial de nuevos tratamientos farmacológicos, como los agonistas de GLP-1. Estos medicamentos no solo facilitan la pérdida de peso, sino que también están siendo investigados para reducir la fibrosis hepática. Esto representa un panorama alentador para los pacientes que sufren del síndrome metabólico o de enfermedad hepática grasa.
Por su parte, Policlínica Gipuzkoa reafirma su compromiso con la prevención y tratamiento de enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico, enfatizando la importancia del diagnóstico precoz, el seguimiento especializado y la promoción de hábitos de vida saludables para mejorar la calidad de vida de sus pacientes.





