La reciente decisión de Israel de suspender y amenazar con retirar las licencias de funcionamiento a decenas de organizaciones humanitarias internacionales en Gaza ha generado alarmas y condenas contundentes por parte de Naciones Unidas y diversas agencias de ayuda. Este movimiento, que puede tener consecuencias devastadoras para la población civil de los territorios palestinos ocupados, ha sido calificado como “espantoso” por Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Türk ha señalado que esta medida forma parte de un patrón más amplio de restricciones ilegales que obstaculizan el acceso humanitario, incluyendo la prohibición impuesta a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
A partir del 1 de enero, aproximadamente 37 organizaciones no gubernamentales internacionales se enfrentarán a la posible pérdida de sus licencias en Gaza, entre ellas el Consejo Noruego para los Refugiados, el cual opera los centros de estabilización nutricional destinados a atender a niños con desnutrición aguda. Naciones Unidas ha advertido que si estas organizaciones se ven obligadas a cesar sus actividades, uno de cada tres centros de salud en la región podría cerrar, incrementando la crisis humanitaria existente.
Las agencias humanitarias denuncian que el nuevo sistema de registro impuesto por Israel no solo es vago y politizado, sino que también exige condiciones que son incompatibles con el marco humanitario y las obligaciones legales internacionales. De no revertirse esta decisión, las ONG perderían su registro y tendrían que cerrar en un plazo de 60 días, justo cuando la respuesta humanitaria se encuentra al borde del colapso.
Este clima de tensión se produce en medio de un deterioro acelerado de las condiciones de vida en Gaza. UNICEF ha reportado que al menos seis niños han muerto en diciembre debido a las duras condiciones invernales y el desplazamiento forzado provocado por el asedio israelí. El caso más reciente es el de Ata Mai, un niño de siete años que falleció el 27 de diciembre tras inundaciones severas en un campamento improvisado para desplazados.
Más de 1,9 millones de personas en Gaza están desplazadas, muchas de las cuales viven en condiciones precarias, expuestas a lluvias intensas y temperaturas invernales. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha confirmado inundaciones repentinamente y el colapso de varios edificios residenciales desde comienzos de diciembre. Mientras UNICEF y otras agencias continúan proporcionando asistencia vital, la situación podría volverse insostenible si la labor de las ONG internacionales se interrumpe, lo que solo agravaría la crisis humanitaria en el enclave palestino.
Fuente: ONU últimas noticias





