Luego de semanas de arduas negociaciones, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó este martes el presupuesto de la Organización para el año 2026, fijado en 3450 millones de dólares. Esta cifra representa una disminución de más del 7% con respecto al presupuesto del año anterior. Además, los Estados miembros dieron luz verde a la eliminación de unos 2600 puestos de trabajo, culminando una de las negociaciones presupuestarias más complicadas de los últimos años.
El presupuesto de 2026, que se logró tras intensas discusiones, refleja un compromiso frágil entre la disciplina financiera, las concesiones políticas y la necesidad de mantener la capacidad operativa de la ONU. Las reducciones en el tamaño del presupuesto y en la dotación de personal eran anticipadas, dadas las dificultades financieras que la Organización ha enfrentado en años recientes, lo que ha acentuado su crisis de liquidez y ha limitado su capacidad de acción. Estas medidas fueron exigidas especialmente por países como Estados Unidos, el mayor contribuyente financiero, seguido por China, Europa y Japón.
El representante de Estados Unidos en el Comité de Finanzas de la Asamblea General elogió las reformas, considerándolas de “sentido común”, y subrayó que la reducción de personal es esencial para desburocratizar y modernizar la Organización. A pesar de ser criticado por ser responsable de más de la mitad de los atrasos en el financiamiento de la ONU y en su presupuesto para las operaciones de mantenimiento de la paz, Estados Unidos defendió su compromiso con el multilateralismo y aseguró que las orientaciones del presidente han facilitado los recortes necesarios.
Sin embargo, el país dejó claro que considera el acuerdo de 2026 como solo el primer paso. Estados Unidos espera propuestas “ambiciosas” que conduzcan a reformas más profundas para 2027 y 2028.
Los recortes acordados, aunque significativos, no alcanzan las propuestas iniciales del Secretario General, António Guterres, quien había presentado un proyecto de 3200 millones de dólares que incluía la eliminación de aproximadamente 2680 puestos en el marco de su iniciativa de reforma ONU80. Tras las negociaciones intergubernamentales, el presupuesto final resultó ser 200 millones de dólares mayor y se han conservado casi 300 puestos, lo que, según quienes apoyan el compromiso, evita “recortes masivos” que podrían obstaculizar la implementación de mandatos en un contexto de creciente crisis.
El presupuesto abarca tres pilares fundamentales de la Organización: paz y seguridad, desarrollo, y derechos humanos, ante un panorama de crisis múltiples y un incremento exponencial de las necesidades globales.
Ahora queda el desafío de traducir estas decisiones en acciones concretas. Chandramouli Ramanathan, contralor de la ONU, advirtió que mientras las delegaciones disfrutarán de un descanso durante el nuevo año, en la organización se enfrentarán a un camino complejo. A pesar de las dificultades, Ramanathan adoptó un tono optimista al resaltar el récord de contribuciones anticipadas en medio de crisis de liquidez recurrentes. Sin embargo, persiste la incógnita sobre si los pagos previstos permitirán alcanzar el objetivo de 3400 millones de dólares para el presupuesto de 2026. La respuesta, según él, queda por verse.
Aprobado justo antes del cierre del ejercicio fiscal, este presupuesto de 2026 se presenta como una transitoria expresión cuantificada de las ambiciones de reforma, evidenciando además las vulnerabilidades financieras de una Organización que debe transformar su funcionamiento mientras opera con recursos limitados.
Fuente: ONU últimas noticias





