La erosión global de la libertad de expresión está poniendo en peligro la realización de elecciones libres y justas, así lo ha advertido la relatora especial de la ONU sobre la libertad de opinión y expresión, Irene Khan. En un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos, Khan señala que la política polarizada, junto a la desinformación que abunda en las redes sociales, están degradando el entorno electoral de manera alarmante.
Khan enfatiza que aunque las mentiras no son un fenómeno nuevo durante los procesos electorales, el impacto de la tecnología digital y las plataformas de medios sociales han transformado drásticamente la manera en que se difunden y amplifican estas falsedades. La confianza del público en las instituciones se encuentra en mínimos históricos, un contexto en el que la relatora hizo un llamado urgente a gobiernos, empresas tecnológicas y sociedad civil para que trabajen juntos a fin de cerrar el déficit de confianza democrática.
El informe también destaca que son cada vez más frecuentes los ataques a periodistas, funcionarios políticos y minorías, así como el uso de discursos de odio por parte de figuras públicas, fenómenos que violan las normas del derecho internacional. A pesar de que algunos Estados han adoptado buenas prácticas en favor de la libertad de expresión, muchos otros han optado por difundir desinformación y atacar a medios independientes y verificadores de hechos, incluso criminalizando la expresión política bajo la excusa de la lucha contra la desinformación.
Por su parte, Gina Romero, relatora especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica, advirtió que las tecnologías digitales están siendo utilizadas para suprimir y perseguir a opositores políticos, limitando el espacio cívico y el debate democrático durante el ciclo de «superelecciones» que abarcan desde 2023 hasta 2025. Según ella, el uso de herramientas como el registro biométrico de votantes y el reconocimiento facial está generando un ambiente intimidatorio que afecta la participación ciudadana.
Romero también acusó a los gobiernos de estigmatizar y reprimir a la sociedad civil, lo que ha llevado a un aumento de las detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos de activistas. En este sentido, remarcó la importancia de que los gobiernos toleren las críticas y garanticen el pluralismo de voces, lo que resulta esencial para mantener la legitimidad electoral y la paz social.
Ambas relatoras hacen hincapié en que los gobiernos no solo deben proteger los derechos humanos de los actores de la sociedad civil y los observadores electorales, sino que también deben facilitar un ambiente que fomente la participación política inclusiva y la expresión crítica antes, durante y después de las elecciones.
Fuente: ONU últimas noticias
