El envejecimiento activo es el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. Por otro lado, el envejecimiento saludable se centra en fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.
Esta definición, recogida por el Ministerio de Sanidad, sustenta diversas campañas institucionales orientadas a promover el bienestar de las personas mayores. Con una población creciente de mayores de 65 años, garantizar un entorno adecuado y condiciones óptimas de salud y calidad de vida se ha convertido en una prioridad.
Bajo esta premisa, emeis, entidad de referencia en el cuidado de personas mayores en España, organiza la asistencia en sus residencias con un enfoque que desafía los estereotipos sobre la vejez. En lugar de considerarla una limitación, se plantea como una nueva etapa de crecimiento y contribución a la sociedad, apostando por un envejecimiento que prioriza la autonomía y la participación activa.
Los recientes datos de envejecimiento de la población española de 2024 ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística confirman la peor serie en cuanto al número de personas mayores en detrimento de los jóvenes; la diferencia del pasado ejercicio es de 142 mayores de 64 frente a 100 menores de 16. La longevidad de los españoles es una realidad innegable y creciente que demógrafos, sociólogos y economistas estudian en relación a su impacto en, por ejemplo, el mercado laboral o las tendencias de consumo.
Este cambio estructural sólo se puede contemplar, analizar y revertir en un indicador positivo desde el concepto arriba señalado de envejecimiento activo, también abordado por la ONU y que trata de favorecer la “participación constante de los mayores en los ámbitos sociales, económicos, culturales, espirituales y cívicos”.
El proceso, explican los profesionales de Bouco, las residencias de emeis, comienza por el cuidado de la salud física y mental. Así, en el primero de los casos, todos y cada uno de los centros incluyen rutinas de ejercicios, en sesiones colectivas o especializadas según estado del mayor y sus dolencias. Por supuesto, la nutrición, resulta un pilar de este bienestar senior, y, además de los menús personalizados, el día a día de la alimentación se supervisa para diseñar una dieta variada y rica en verduras, frutas, proteínas y grasas saludables.
Las claves y consejos para un envejecimiento activo y saludable
Más allá de estos cuidados básicos pero imprescindibles, las residencias cuentan con terapias y actividades en las que se fomenta el mens sana desde la socialización del residente, que incluye desde excursiones y eventos a terapias de última generación tecnológica adaptada al estado cognitivo propio de su edad o condición. Hablamos de realidad virtual, sesiones de reminiscencia, asistencia robótica y otras.
Todo ello en un entorno seguro, en el que los familiares se encuentran plenamente involucrados, en el que la soledad del mayor es uno de los enemigos número uno a combatir, y en el que se busca un aprendizaje continuado.
Seguridad, socialización, aprendizaje, así como fomento de la salud física y mental se encuentran, pus, en la base del envejecimiento activo y saludable, para el que, además, desde Bouco, ofrecen los siguientes consejos:
- Mantener tu mente activa: Aprender algo nuevo, resolver acertijos o practicar juegos mentales para mantener tu mente ágil y ocupada, mantener una actitud positiva y optimista.
- Acudir a chequeos médicos periódicos, no solo para controlar y detectar posibles patologías graves, sino también para identificar otras afecciones, como la necesidad de llevar gafas o audífonos.
- Cuidar tus relaciones: Salir de casa, mantener conexiones con amigos y familiares, ampliar tu círculo de amistades, descubrir lugares nuevos, disfrutar de exposiciones, teatros, gastronomía, etc. Es el mejor modo de combatir la soledad y seguir activo social y emocionalmente.
- Planificar tu tiempo y establece rutinas. Esto ayuda a optimizar el tiempo para ocuparlo con las tareas que realmente te apetece realizar.
- Adapta tu casa a tus necesidades. Adaptar el mobiliario y los accesos a tus necesidades ayudará a evitar caídas y mejorará tu autonomía.
- Busca apoyo profesional: escuchar el consejo de médicos, terapeutas, psicólogos y otros profesionales de la salud, así como integrar en nuestro esquema de vida las residencias y centros de día como herramientas que fomenta el envejecimiento activo.
Y, sobre todo, asumir el envejecimiento como algo positivo, aceptando los cambios que vienen con la edad y concentrándose en todo lo bueno que puede hacer en esta etapa de la vida.