Sin favoritismos; la victoria del Liverpool anoche; se agradece por qué podremos ver una final con morbo asegurado. Si pasa Milán; se reeditará la final de hace 2 años Liverpool – Milán, seguro que a los italianos aún les duele aquella remontada cuando ganaban 3-0. Mientras si pasase Manchester, tendríamos el clásico de la Premier en una final de la Champions.
Volviendo al partido; las bajas de Carvalho, Ballack y Shevchenko hicieron que Mourinho plantease un ejercito en la retaguardia (Lampard, Makelele, Obi Mikel, Essien, Terry..) ; con Drogba como un islote arriba acompañado a veces por Joe Cole y Kalou. Benitez aposto; por las bandas con Zenden y Pennant; bajo al doble pivote a Gerrard; acompañado de un espléndido Mascherano; el argentino estuvo pasador, robo balones, mordía presionando. Arriba estuvó Kuyt; que se mató a presionar y Crouch, su altura impone demasiado.
El gol llegó de estrategia, obra del defensa danés Daniel Agger. Tuvó mejores ocasiones el Liverpool a lo largo del partido; aunque luego sufrió el desgaste físico en la prorroga, donde el músculo londinense se impuso, pero el temor a descubrir la defensa no permitió ver más goles por ninguno de los equipos.
Llegarón las penas máximas; y Reina ocupaba mas porteria que Cech; Robben y Geremi ( ¿Por qué a un jugador inédito casi todo el año, se le saca en una semifinal a tirar un penalty? ) fallaron; Lampard lo marcó. Zenden, Xabi Alonso, Gerrard y Kuyt no perdonaron. Aunque ellos solo eran representantes de la grandeza de Liverpool que era la que tiraba desde los 11 metros.