Comenta hoy Alfredo Relaño en su artículo Diario en As, que España por fín tiene estilo: el tiqui-taca. Yo creo que definir un estilo a ultranza puede ser peligroso. Aunque pienso como Relaño, España debe apostar a partir de ahora por el tiqui-taca, mientras haya jugadores para ello. Pero si dentro de 10 años aparece una generación de jugadores con similitudes a Hierro, Luis Enrique, Camacho o Santillana, ¿la selección deberá mantener su estilo o adaptarse a ellos? Creo que la idea debe partir desde otro punto de vista.
Brasil en 1994 jugaba con Mazinho-Mauro Silva y Dunga. Apuesta clara de centrocampismo, mientras en 2002 jugaba al ataque con Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho y Kaká apostando por un único mediocentro: Gilberto Silva. Pero en ambos casos la idea, la esencia era la misma; apostaban por el balón, por ir al ataque. En EEUU, el arte comenzaba más atrás para que Bebeto y Romario rematasen, y en Japón la cálidad era adelante del todo.
España también debe apostar por el balón, ahora toca el tiqui-taca. Atacar con el balón y defender con él. Por suerte tenemos a Xavi, Cesc, Cazorla, Iniesta, Villa… y posiblemente para varios años. Si en unos años, cunado los jugadores cambien, hay que readaptar el sistema, se reajustará. Lo importante es mantener la idea de ataque, tener el balón, el talento por encima del músculo, pero sin despreciar a este último, sobretodo de equipo por encima de todo, que tan gran resultado ha dado.