Hace unas semanas, ante la prensa, Diego declaraba: «quien crea que el Deportivo me va a dejar sin ficha, es que es gilipollas». Pues si que le han dejado; por suerte, el despido estará fechado del 31 de Agosto lo que le permitirá fichar por algún equipo con alguna ficha libre tanto en España como en Europa (Inglaterra puede ser su destino). Además, recibirá el pago de los 2 años que le quedaban de contrato. Se va por la puerta de atrás, pero no de vacío.
¿Cúal es el por qué de su caída? Su falta de compromiso, su desgana en los entrenamientos, su pasión por la fería de Abril.. Ya con Irureta empezó a tener problemas. Comenzó a calentar banquillo y a estar por detrás de Pandiani o de Makaay. Es más, éste verano se habló de su vuelta al Betis, equipo que le crió deportivamente; pero con Jabo al frente del club verdiblanco, pronto se deshechó esa posibilidad. Ahora con Caparros, cuya principal premisa es el trabajo, las tornas tampoco han cambiado y desde el primer día ha declarado que no contaba con él.
Diego se marcha dolido, por el modo de su salida, por haberse quedado sin ficha, por tener que buscar equipo. Quizá sea el momento de pensar si su actitud, profesionalidad son las más acordes para fomar parte de un equipo, de un grupo, su cálidad esta claro que si. A sus 30 años, puede que sea su última oportunidad para demostrar que aún es válido para el fútbol.