Lance Amstrong se fue al suelo ayer en la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León, un duro golpe para todos los que querían ver el nivel del estadounidense encima de una bicicleta, además la caida fue tan desgraciada que se ha roto la clavícula, es decir, prácticamente ha dicho adiós al Giro de Italia.
El estadounidense pecó de novato, y es que parece que en estos cuatro años de inactividad se le ha olvidado que nunca se ha de quedar detrás cuando sopla viento de costado, puesto que es cuando existen más posibilidades de irse al suelo por la desesperación.
Es curioso que sea la primera vez que pase por quirófano, ya que Lance Amstrong no había tenido una caída tan grave en los años que ha sido profesional.