El Círculo Empresarial Japón España (CEJE), junto a la consultora Villafañe, ha presentado recientemente en la sede de Cuatrecasas el informe titulado ‘Business Climate: las empresas japonesas en España’. Este estudio ofrece un análisis profundo sobre la evolución, percepción y tendencias de la inversión japonesa en el país, utilizando datos oficiales y encuestas a directivos de empresas niponas y a periodistas económicos.
La presentación del informe estuvo marcada por la intervención del Embajador de Japón en España, Takahiro Nakamae, quien resaltó la «solidez de las relaciones económicas» entre Japón y España, enfatizando la necesidad de continuar fomentando la cooperación empresarial entre ambas naciones. Por su parte, Jorge Lasheras, presidente de CEJE, destacó que la estabilidad económica y el entorno empresarial favorable en España son elementos clave que atraen a las empresas japonesas que desean expandir su presencia en Europa.
El informe revela que entre 2010 y 2023, la inversión japonesa en España alcanzó la cifra de 9.200 millones de euros, superando en un 30% la inversión procedente de China. En los últimos seis años, esta inversión se ha mantenido cerca de los 7.000 millones de euros, con picos en 2018 y 2021, y reafirmando a Japón como el principal inversor asiático en el país, con un total de 2.968 millones de euros entre 2019 y 2023.
Las empresas japonesas han encontrado un papel prominente en sectores clave como la industria química, la energética, la automoción y la tecnología. En particular, la industria química se destaca por ser el sector con mayor volumen de inversión, alcanzando los 3.200 millones de euros en las últimas tres décadas. Asimismo, el informe señala que a pesar de la percepción generalizada de que el sector de la automoción es el más relevante para las empresas japonesas en España, la inversión en este ámbito es de 1.157 millones de euros, cifra inferior a la de otros sectores.
Un dato notable es el incremento en el número de empresas japonesas en el territorio español, que ha aumentado más de un 70% en la última década, llegando a cerca de 400 en 2024, frente a las 225 registradas en 2011. Este crecimiento remonta sus orígenes a las décadas de 1970 y 1980, con la llegada de firmas como Sony, Sanyo y Nissan, cuya influencia ha sido fundamental en la modernización de la industria española.
A pesar del robusto posicionamiento de Japón como un actor clave en la inversión en España, existen desafíos en términos de percepción y visibilidad. Solo un 33% de los periodistas encuestados considera que la inversión japonesa ha aumentado, mientras que un 34% cree equivocadamente que ha disminuido. Esta confusión se atribuye, en parte, a que muchas empresas japonesas tienden a priorizar la calidad y sostenibilidad en lugar de mantener una estrategia comunicativa que fortalezca su presencia en el país.
De cara al futuro, se espera que la inversión japonesa continúe su curso ascendente particularmente en sectores como la automoción, la industria farmacéutica y las energías renovables. Sin embargo, la creciente competencia de otros países asiáticos, especialmente China y Corea del Sur, en áreas de tecnología y movilidad eléctrica, representa un desafío adicional para las empresas niponas en España.
