Millones de personas en Jamaica y en toda la región del Caribe se enfrentan a la inminente llegada del huracán Melissa, el cual se prevé que toque tierra el próximo martes. La ONU y diversas organizaciones han calificado la situación como una amenaza «grave» para la región, especialmente para aquellos que aún se están recuperando de los daños causados por el huracán Beryl hace apenas 16 meses.
Según un representante de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Melissa, que se clasifica como un huracán de categoría 5, se convertirá en el más potente del año, poniendo en riesgo a un millón de personas. Necephor Mghendi, jefe de la delegación de la FICR para el Caribe anglófono y neerlandés, advirtió que se esperan condiciones extremas, como fuertes lluvias y vientos devastadores.
Anne-Claire Fontan, especialista en ciclones tropicales de la Organización Meteorológica Mundial, expresó su preocupación por el impacto que se anticipa en Jamaica, describiendo la posibilidad de un «fallo estructural total». Se han reportado vientos sostenidos de hasta 280 kilómetros por hora, y se estima que las precipitaciones alcanzarán cifras alarmantes, con la posibilidad de que lleguen a sumar hasta 700 milímetros en un solo mes.
La situación plantea un riesgo elevado de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Fontan indicó que el sistema generará una marejada ciclónica en la costa sur de Jamaica, con olas que podrían oscilar entre tres y cuatro metros de altura. Aunque el huracán avanza lentamente —aproximadamente seis kilómetros por hora—, su impacto es considerado inminente y devastador.
Las comunidades costeras, ya golpeadas por dificultades económicas, enfrentan un nuevo reto. Muchas familias que aún intentan reconstruir sus hogares tras los estragos de Beryl están nuevamente en peligro. Mghendi enfatizó que es crucial tomar medidas preventivas para salvar vidas, lo cual incluye la evacuación de comunidades y la construcción de refugios.
En preparación para el huracán, las agencias de la ONU han activado mecanismos de anticipación en Cuba y Haití, destinando cuatro millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias para garantizar la disponibilidad de alimentos y agua en la región. La FICR ha posicionado suficientes suministros en Jamaica para atender a 800 familias, y está preparada para enviar más ayuda a un total de 60,000 hogares en corto plazo.
Como el mundo observa y se prepara para el impacto de Melissa, la esperanza es que una respuesta colectiva y solidaria surja para ayudar a las comunidades afectadas a sobrellevar esta peligrosa situación y sus consecuencias.
Fuente: ONU últimas noticias



