De inicio a fin fue uno de los partidos más vibrantes del mundial aunque tuvimos que esperar 118 minutos para ver el primero de los dos goles que Italia le endosó a Alemania. Y ahora que me digan que ganó el antifutbol.
La selección de Lippi lucha en este campeonato contra el mundo por todos los escándalos del Calcio y sacando la fuerza, la magia y ante un rival sin fondo, se ha metido en la finalísima y yo apuesto por ellos.
El fútbol a veces tiene estas sorpresas, no que Italia pase sino que tenga la posesión y el control durante 120 minutos, y Alemania que tenía todas sus esperanzas en un mexicano que debería pitar más y en el punto de penalti solo tuvo en Podolsky las ocasiones de gol y un poquito de garra porque para que hablar de Ballack que no estuvo más que para hacer faltas.
Además el fútbol a veces hace justicia, Italia se volcó durante todo el partido pero sobre todo hizo un derroche durante la prórroga, dos palos de Zambrotta y Gilardino pudieron dar la victoria pero fue el gol de Grosso el que dio la victoria. El lateral que mejor se incorpora al ataque del mundial metió al equipo italiano en octavos y le ha abierto la puerta de la final con un verdadero golazo. Vaya prórroga.
Del Piero esta vez si fue resolutivo y con otro gol de clase hizo derramar las lágrimas alemanas finiquitando el pase italiano.
En la victoria no solo cuentan los goles, Cannavaro es el mejor central del mundial, con un repertorio de jugadas defensivas de libro de fútbol y Totti que desapareció un poco en la segunda parte deleitó con un repertorio de pases al primer toque que ya lo quisieran todas las selecciones.
Italia ha dado una lección de fútbol en un mundial que se iba apagando en los partidos eliminatorios y renace justo antes de la final. Mañana Portugal y tendremos una final apasionante.
