Las instalaciones nucleares en Irán han sufrido recientemente ataques aéreos que han sido confirmados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Ambas instalaciones, el taller TESA Karaj y el Centro de Investigación de Teherán, estaban equipadas para la fabricación de centrifugadoras, esenciales para el enriquecimiento de uranio. Esta embestida ha suscitado preocupaciones internacionales, con el representante de Irán ante la ONU, Ali Bahreini, denunciando que el ataque no solo infringe el derecho internacional, sino que también pone en peligro a la población de la región a causa de posibles fugas de materiales radiactivos.
La Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, también expresó su alarma, señalando que miles de residentes estaban dejando Teherán ante las advertencias sobre los bombardeos. Informes indican que algunos de estos ataques han ocurrido en áreas densamente pobladas, lo que ha resultado en víctimas civiles. Mientras tanto, Israel no participó en la sesión del Consejo de Derechos Humanos, tras anunciar su retirada a principio de año.
En un contexto más amplio, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha alertado sobre el impacto en infraestructuras civiles en países vecinos, como Siria, Líbano, Irak y Jordania. El cierre del espacio aéreo está complicando la logística humanitaria y afectando el suministro de ayuda en áreas ya frágiles, incluidas Gaza y Cisjordania.
En Gaza, se reportaron al menos 144 muertes en un solo día, muchas de ellas de personas que buscaban comida. El ataque más mortífero tuvo lugar el 17 de junio, cuando se bombardeó a una multitud que esperaba asistencia alimentaria, dejando un saldo de 51 muertos y más de 200 heridos. Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), condenó la brutalidad del conflicto, enfatizando que la vida de los civiles ha llegado a considerarse desechable.
Estas tensiones en la región no solo destacan la urgencia de una solución humanitaria, sino que también insisten en la necesidad de abordar las implicaciones de estos conflictos en la violencia contra la población civil. La situación se ha vuelto insostenible y requiere respuesta internacional urgente para prevenir un mayor deterioro de las condiciones humanitarias y de derechos humanos.
Fuente: ONU últimas noticias