Portugal está atravesando un verano marcado por extremos climáticos, con la reciente experiencia de dos olas de calor en menos de un mes. Las temperaturas han alcanzado niveles sin precedentes, generando un impacto trágico en la población, según informan datos preliminares de la Dirección General de Salud (DGS). Entre el 27 de junio y el 2 de julio, se registraron 69 muertes en exceso, especialmente entre las personas mayores de 85 años, lo que ha llevado a las autoridades a relacionar estas cifras con el intenso calor.
Los expertos aseguran que la situación es alarmante; Carlos Câmara, climatólogo, enfatiza que este año es significativamente más grave que los anteriores. El último boletín del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera resalta que junio fue «excepcionalmente cálido y seco», marcando el tercer junio más cálido desde 1931 y el cuarto más seco. La temperatura media superó en 2 °C la norma habitual, mientras que un tercio de las estaciones meteorológicas registraron nuevos máximos históricos.
La ola de calor alcanzó su punto más álgido a finales de junio, con la localidad de Mora alcanzando los 46,6 °C, un récord nacional para el mes. No obstante, las noches tampoco han ofrecido alivio, con temperaturas mínimas en Portalegre alcanzando los 31,5 °C, un fenómeno prácticamente inédito en el país.
Luís Mestre, responsable de un canal de meteorología, señala que las mínimas nocturnas oscilan entre 23 y 25 grados, dificultando el descanso. A punto de ser un experto en meteorología, Mestre comparte información en tiempo real que ayuda a la población a tomar precauciones para mitigar riesgos durante estos días de calor extremo.
Las autoridades sanitarias subrayan la importancia de permanecer alertas, dado que el calor extremo trae consigo un alto riesgo de deshidratación y descompensación de enfermedades crónicas. La Organización Mundial de la Salud advierte que el calor extremo es una creciente amenaza para la salud pública, responsable de más de 175,000 muertes anuales en Europa.
El fenómeno no es exclusivo de Portugal; una vasta cúpula de calor afecta a varias regiones europeas, extendiéndose desde el Atlántico hasta Turquía. Durante la última ola, un 59% del territorio portugués se vio impactado, abarcando las regiones interiores del Norte, Centro, Alentejo y Algarve.
Las proyecciones para el verano indican condiciones aún más desafiantes. Câmara destaca que las olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y extensas geográficamente. Hace un llamado urgente a implementar medidas que mitiguen las emisiones de gases de efecto invernadero y adapten las ciudades y edificios al nuevo clima. Sin embargo, teme que la implementación de estas soluciones requiera tiempo, lo cual es incompatible con la mentalidad actual que busca soluciones inmediatas.
Mientras tanto, las autoridades insisten en la importancia de evitar salir durante las horas más calurosas, mantener los hogares frescos, hidratarse adecuadamente y proteger a los más vulnerables, como ancianos y niños. El mensaje es claro: es fundamental que la población reconozca la gravedad de la situación que enfrentan.
Fuente: ONU últimas noticias