Con este encuentro organizado por AEIT-Madrid, los ingenieros de telecomunicación de Madrid quieren poner en valor el papel fundamental de esta disciplina en el emprendimiento. A la jornada ha sido ponente Teresa Alarcos, consejera independiente y fundadora y presidenta de la W Startup Community y del premio global «UU Startup revelation» para mujeres emprendedoras.
«Los ingenieros de telecomunicación se encuentran en una posición privilegiada para jugar un papel clave y vertebrador en el emprendimiento, por su aporte innovador a las empresas». Esta es la conclusión a la que se ha llegado en el encuentro sobre ‘El papel del Ingeniero de Telecomunicación en el emprendimiento’, que ha organizado la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid (AEIT-Madrid), para analizar el estado actual y la evolución del emprendimiento, incluyendo barreras, inversiones y cultura; un sector que tendrá un creciente impacto en los próximos años.
En este encuentro se expusieron las medidas para promover la creación de empresas y su ecosistema, en el marco de la innovación continua, la colaboración multidisciplinar y el desarrollo profesional de los ingenieros. Asimismo, se ha puesto en valor la capacidad de los ingenieros de telecomunicación para transformar, implementar y mantener la tecnología necesaria para el desarrollo del emprendimiento.
En opinión de Teresa Alarcos, consejera independiente y fundadora y presidenta de la W Startup Community y del premio global «UU Startup revelation» para mujeres emprendedoras, «los emprendedores suelen ser personas que conocen muy bien el sector al que se enfrentan y su tecnología. Si no, buscan a un ingeniero de telecomunicación para poder afrontar ese problema».
Por su parte, Inmaculada Sánchez Ramos, presidenta de AEIT-Madrid, ha resaltado que «el emprendimiento es muy importante, y el femenino en particular. No obstante, es una cuestión que nos atañe a todos, hombres y mujeres». Pedro Sanz Marcos, vocal de AEIT-Madrid, añadió que «lo más curioso es que los observatorios apuntan a que el perfil de la mujer emprendedora está hipercualificada».
«En el libro aparecen varias historias, entre ellas la historia de dos hermanas, una de ellas ingeniera y otra economista. Ambas pertenecían a la cuarta generación de una familia de agricultores y le propusieron a su padre, un agricultor tradicional, incluir robótica e inteligencia artificial en los procesos. Lo pusieron en marcha y todo fue genial. Como le pasó al padre agricultor, a veces cuesta cambiar cosas de tu propio negocio, pero es la clave para no quedarte atrás», concluyó Alarcos.