En el primer trimestre de 2025, un total de 123.905 ciudadanos no comunitarios recibieron órdenes de abandonar un país de la Unión Europea, mientras que 28.475 personas fueron devueltas a países terceros tras dicha orden. Estos datos muestran un aumento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior, con un incremento del 18,4% en las órdenes de salida y un 6,4% en las devoluciones.
Aunque los números son alarmantes, al comparar con el trimestre previo, se observa una ligera disminución del 0,9% en las órdenes de salida y del 4,3% en las devoluciones. Este comportamiento sugiere una posible estabilización o ajuste en las políticas de inmigración y retorno en algunos Estados miembros.
De los ciudadanos no comunitarios que fueron ordenados a dejar el territorio, los más afectados fueron los de Argelia (9.995), seguidos por los de Marruecos (7.450) y Siria (6.915). En cuanto a los regresos a terceros países, los ciudadanos de Georgia (2.170) ocuparon el primer lugar, seguidos por Siria (2.000) y Albania (1.865).
Entre los países de la UE, Francia registró el mayor número de ciudadanos no comunitarios con órdenes de salida, contabilizando 34.545. Alemania y España les siguen con 17.915 y 16.705 respectivamente. A la hora de analizar las devoluciones a terceros países, también Francia lidera la lista con 3.695 personas, seguida de Alemania (3.625) y Chipre (3.470).
El resurgimiento de las órdenes de salida puede reflejar las crecientes presiones políticas y sociales en torno a la migración, así como la implementación de políticas más rigurosas por parte de varios gobiernos europeos. Sin embargo, la ligera disminución en comparación con el trimestre pasado sugiere que aún es prematuro establecer tendencias definitivas sobre el futuro de la migración no comunitaria en el continente. La situación sigue siendo motivo de análisis y debate, ya que las cifras revelan tanto desafíos como oportunidades en la gestión migratoria en la Unión Europea.