El huracán Melissa ha alcanzado la categoría cinco en la escala Saffir–Simpson, convirtiéndose en una amenaza significativa mientras se acerca a Jamaica. Con vientos sostenidos que superan los 240 kilómetros por hora, esta poderosa tormenta ya ha comenzado a causar estragos en varias islas del Caribe, provocando inundaciones, cortes de energía y la evacuación masiva de comunidades en riesgo.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos ha previsto que Melissa toque tierra en Jamaica el próximo martes, con la posibilidad de que algunas áreas reciban hasta 76 centímetros de lluvia, lo que podría ocasionar daños devastadores. Meteorólogos han calificado el avance del huracán por el mar Caribe central como “potencialmente catastrófico”, especialmente dado su movimiento lento de menos de 10 kilómetros por hora, lo que prolongará el impacto del viento y la lluvia.
Ante la inminente llegada de la tormenta, el gobierno de Jamaica ha declarado el estado de emergencia nacional y ha instado a la población a evacuar las zonas de mayor riesgo, incluidas partes de su capital, Kingston. Como una medida de precaución adicional, Cuba ha activado la fase de alarma en sus provincias orientales, donde se espera que el huracán pueda impactar también durante la misma noche. Las agencias de la ONU en Cuba han movilizado alimentos, kits de higiene y otros artículos de primera necesidad hacia estas áreas afectadas, destinando, además, 4 millones de dólares para la respuesta de emergencia.
UNICEF ha alertado que más de un millón seiscientos mil niños están en riesgo por el avance del huracán. La organización tiene preparados suministros y equipos para apoyar a las familias que se verán afectadas por la tormenta en toda la región.
En otros ámbitos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llevado a cabo la evacuación de 55 pacientes críticos desde la Franja de Gaza hacia Jordania, el Reino Unido, España y Turquía. Este movimiento es parte de una operación médica que busca atender a las aproximadamente 15,000 personas que aún requieren traslado para recibir atención médica urgente. Entre los evacuados se encuentra Ibrahim Abu Ashiba, un periodista que fue herido durante un conflicto. Su historia resalta el impacto que la violencia tiene sobre los civiles, especialmente los más vulnerables, como los niños que requieren atención médica urgente tras haber perdido a sus familiares cercanos.
Asimismo, ha surgido preocupación mundial por los recortes en la ayuda internacional, que han debilitado gravemente a las organizaciones que luchan contra la violencia de género. Un informe de ONU Mujeres destaca que un 34 % de las organizaciones encuestadas han tenido que cerrar o suspender programas esenciales de prevención de la violencia, lo que podría amplificar la crisis.
En Sudán, la situación humanitaria se ha deteriorado aún más, con informes alarmantes sobre abusos cometidos por las Fuerzas de Apoyo Rápido en diversas regiones. Las denuncias incluyen ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias y violencia sexual, lo que plantea una grave crisis para la población civil que enfrenta graves riesgos en medio de un conflicto prolongado.
Fuente: ONU últimas noticias





