El huracán Melissa ha sido clasificado como uno de los más potentes jamás registrados en Cuba y el más fuerte a nivel mundial en lo que va del año. Francisco Pichón, coordinador residente de la ONU en Cuba, informó a través de una videoconferencia que la tormenta azotó el este de la isla durante seis horas, dejando un saldo de lluvias torrenciales y vientos sostenidos superiores a los 200 kilómetros por hora.
Las cinco provincias orientales del país han sufrido los embates de claras destrucciones en zonas urbanas y rurales. Más de tres millones de personas se han visto expuestas a condiciones que representaron un peligro para sus vidas. A pesar de que la información es preliminar, hasta el momento no se han reportado víctimas mortales.
Los daños provocados por Melissa han afectado gravemente a viviendas, infraestructuras y cultivos, siendo las instalaciones sanitarias las más afectadas, según la Organización Panamericana de la Salud. Además, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha señalado que la tormenta también impactó otros países del Caribe, incluyendo Jamaica, las Bahamas, Haití y la República Dominicana.
Las Naciones Unidas, junto a sus socios, han comenzado a proporcionar asistencia y se encuentran evaluando los daños en estrecha colaboración con las autoridades locales. La prioridad ahora es coordinar esfuerzos para afrontar la crisis que ha dejado este huracán.
Por otra parte, el grupo de expertos en derechos humanos sobre Nicaragua ha denunciado la persecución de nicaragüenses en el exilio en una sesión ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Jan-Michael Simon, presidente del grupo, destacó la preocupación por informes de asesinatos e intentos de asesinato de opositores fuera del país. Desde 2022, han documentado patrones de violaciones graves de derechos humanos, que incluyen crímenes de lesa humanidad como asesinato, tortura y desaparición forzada. El grupo ha solicitado a la comunidad internacional proteger a estas personas y llevar a Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia.
En Sudán, el conflicto se ha intensificado, con informes de ataques aéreos que amplían el alcance de la violencia. Martha Pobee, secretaria general adjunta de la ONU para África, ha indicado que el costo humano del conflicto es considerable, con asesinatos y violencia étnica. En uno de los incidentes más recientes, alrededor de 500 pacientes y acompañantes fueron asesinados en un hospital durante los combates en El Fasher, lo que ha llevado a la ONU a exigir que se retome la negociación entre las partes en conflicto.
Por último, las operaciones humanitarias en Gaza continúan limitadas debido a las restricciones israelíes. A pesar de un reciente alto el fuego, el movimiento de suministros es lento, y se necesitan más cruces y rutas internas para mejorar la respuesta humanitaria en la región. La ONU sigue trabajando para ampliar su asistencia a la población afectada, mientras enfrenta obstáculos significativos en el traslado de ayuda esencial.
Fuente: ONU últimas noticias





