Un reciente informe de la Iniciativa Spotlight de la ONU alerta sobre la alarmante relación entre el cambio climático y el aumento de la violencia de pareja. Según este estudio, si no se implementan medidas urgentes, se prevé que el cambio climático podría estar vinculado con uno de cada diez casos de violencia de pareja para finales de siglo, intensificando las tensiones sociales y económicas que alimentan esta problemática.
Las condiciones extremas, como fenómenos meteorológicos severos, desplazamientos masivos, inseguridad alimentaria e inestabilidad económica, son identificadas como indicadores que aumentan tanto la prevalencia como la gravedad de la violencia de género. Las comunidades más afectadas son aquellas que ya enfrentan desigualdades, donde mujeres y niñas son particularmente vulnerables.
El informe destaca que, por cada aumento de 1°C en la temperatura global, se estima un incremento del 4,7% en la violencia de pareja. Este panorama se agrava en un escenario de calentamiento de 2°C, donde se podría ver afectadas a 40 millones de mujeres y niñas anualmente para 2090, cifra que podría duplicarse en un escenario de 3,5°C.
La violencia de género, considerada ya una epidemia mundial, ha dejado a más de mil millones de mujeres sufriendo abusos a lo largo de su vida. Se destaca que aproximadamente solo el 7% de las sobrevivientes se atreven a denunciar formalmente estos ataques. Históricamente, existe un patrón claro: tras las catástrofes climáticas, la violencia suele aumentar. Solo en 2023, 93,1 millones de personas fueron afectadas por desastres naturales, mientras que 423 millones de mujeres padecieron violencia de pareja.
Las comunidades marginadas, incluidas mujeres y niñas en situación de pobreza, también presentan un riesgo mayor. Las mujeres indígenas, discapacitadas, ancianas o pertenecientes a la comunidad LGBTQ+ enfrentan desafíos adicionales debido a su limitado acceso a servicios, refugios y protección. Por ejemplo, se proyecta que en el África subsahariana, la violencia de pareja podría aumentar de 48 millones de mujeres en 2015 a 140 millones en 2060, si las temperaturas siguen elevándose.
A pesar de la urgencia, solo un 0,04% de la ayuda al desarrollo relacionada con el clima se centra en la igualdad de género, lo que representa una importante brecha en el reconocimiento de cómo la violencia de género afecta la resiliencia climática. El informe de la Iniciativa Spotlight insta a integrar la prevención de la violencia de género en todas las políticas climáticas, desde los niveles locales hasta los mecanismos internacionales.
El documento destaca ejemplos de países que han implementado programas exitosos combinando el abordaje de la violencia con la resiliencia climática. Propuestas como formar a comadronas en habilidades agrícolas sostenibles, garantizar respuestas a desastres que incluyan atención a la violencia de género, y apoyar clínicas móviles en áreas afectadas se presentan como soluciones eficaces.
Finaliza señalando que erradicar la violencia contra las mujeres y niñas no solo es un compromiso con los derechos humanos, sino también una condición indispensable para construir un futuro equitativo y resistente ante los desafíos del cambio climático.
Fuente: ONU últimas noticias