Todos conocemos a Hitchcock como el director que se convirtió en el genio del suspense. Películas tan famosas como Psicosis, Con la muerte en los talones, Rebeca o Los pájaros hicieron que se creara un corte en la historia del cine clásico, dando paso a uno moderno; la propia cámara se convertirá en un personaje más de la acción, sus movimientos adquirirán un protagonismo que hasta entonces no había tenido; además, no sólo el lenguaje, si no las propias temáticas cambiarán; el género del cine de terror no podría comprenderse sin muchas de sus películas que marcaron la historia del séptimo arte.
En 1960, con la realización de Psicosis, Hitchcock llegó a su etapa dorada, pero, curiosamente, al período más oscuro de su vida. A partir de ahora, sus películas serán un reflejo de los traumas de su infancia. Por ello, todo el mundo del psicoanálisis que hemos visto en entradas anteriores respecto al surrealismo, lo podemos aplicar en la carrera cinematográfica del director, que dejó plasmado su oscuro pasado y su complicada personalidad en su obra.
La película Psicosis es la que más se centra en este tema; el asesino cree ser dos personas a la vez: él mismo, que oculta los crímenes de su madre, y su propia madre, la peligrosa asesina. Hay aquí la temática de un cierto edipismo; vemos una dependencia e unión total, hasta el punto de llevarle a la doble personalidad, del personaje con su madre, algo que destaca en más personajes hitchcockianos. Atendiendo a la relación que esto podría tener con Hitchcock, vemos que él perdió a su padre cuando era un adolescente, algo que hizo que su madre lo tuviera siempre excesivamente controlado hasta el punto de ser obsesivo. En la escuela, desde la infancia, tuvo conductas sadistas derivadas del trauma de la enseñanza religiosa y el profundo maltrato, que le condicionó un carácter rebelde y arisco. Así, en la película observamos también la fobia a la policía y a las aves, algo que ya anunciaba su siguiente película, Los pájaros.
Finalmente, en la penúltima escena de la película vemos la propia explicación psicoanalítica del detective para explicar los hechos, las razones por las cuales se cometieron los asesinatos y el desvelamiento del misterio del personaje de Norman. El hecho de que Hitchcock plasmara su propia personalidad en su filmografía contribuyó a que se le valorara como un genio, logra hacernos ver que podemos sentir empatía hacia estos aspectos, pues todos teneos una tensión interna que generan nuestros deseos contradictorios, la batalla de nuestro consciente e inconsciente en busca de la armonía de nuestra persona. Así, a través de su técnica somos los espectadores del mismo Alfred Hitchcock. Sin duda, él fue quien de seguir el camino marcado por el surrealismo y las teorías psicoanalíticas haciéndolo avanzar hacia la modernidad, utilizando el suspense para contribuir a la creación del género de terror.