En un barrio tranquilo de la ciudad, la cotidianidad dio un giro inesperado para Jaime López, un treintañero que se dedica al diseño gráfico. Como muchos, Jaime sentía cansancio por la rutina y buscaba maneras de revitalizar su día a día. Sucede que, navegando por Internet, se encontró con un truco viral que prometía cambiar la monotonía. “Estaba desbordado de trabajo y con pocas ganas de enfrentar cada jornada”, comenta Jaime.
El truco, que se extendió rápidamente en redes sociales, consistía en una técnica simple de organización y motivación personal. Basándose en la idea de segmentar el tiempo en bloques de 25 minutos de productividad seguidos por cinco minutos de descanso, conocido como la técnica Pomodoro, Jaime descubrió que su eficiencia se multiplicó. Adicionalmente, implementó el hábito de anotar tres objetivos específicos cada mañana. “La clave está en enfocarse en pequeñas metas alcanzables. Al final del día, puedes ver el progreso real que has hecho”, explica.
Este no es un truco nuevo, pero la viralización que tuvo en la plataforma TikTok, con millones de visitas, llevó a que personas de diferentes edades y profesiones comenzaran a adoptarlo como parte de su rutina diaria. Las personas compartieron testimonios sobre cómo esta práctica no solo mejoró su productividad, sino también su bienestar emocional. «Me siento menos abrumada y con más energía», declaró Marta Fernández, una joven maestra que sigue esta metodología.
Jaime asegura que, al principio, fue escéptico, pero la necesidad de un cambio le hizo darle una oportunidad. El aspecto más sorprendente y beneficioso, según él, ha sido el impacto positivo en su vida personal. “Ahora, después de cumplir mis objetivos diarios, tengo más tiempo libre y eso me permite disfrutar de pasatiempos olvidados, como tocar la guitarra y salir a correr”, añade sonriendo.
Este fenómeno ha motivado a expertos en psicología organizacional a investigar más sobre el efecto de las técnicas de fragmentación temporal en la eficiencia y el bienestar de las personas. “El cerebro humano puede mantener un alto nivel de concentración durante períodos cortos. Técnicas como la Pomodoro aprovechan esta característica para mejorar la productividad sin un agotamiento excesivo», comenta la psicóloga Ana Ruiz.
El truco viral parece ser más que una moda pasajera. Ha llegado para quedarse y mejorar la calidad de vida de aquellos que, como Jaime, buscaban una manera sencilla pero efectiva de dar una nueva vida a sus días. “A veces, solo necesitas un pequeño ajuste para que todo cambie. Para mí, este truco ha sido ese cambio”, concluye Jaime satisfecho.