La alarmante escasez de fondos y suministros está afectando las labores de socorro del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en Etiopía, lo que llevará a la interrupción del suministro de tratamientos vitales para 650.000 mujeres y niños desnutridos a finales de este mes. «Estamos al límite», ha declarado la agencia, que advierte que 3,6 millones de las personas más vulnerables en el país están en peligro de perder la ayuda alimentaria y nutricional que tan desesperadamente necesitan, a menos que se reciban fondos con urgencia.
Zlatan Milisic, director del PMA en Etiopía, destacó la grave situación en el país, donde más de 10 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda. Esta cifra incluye a tres millones de personas desplazadas por conflictos y condiciones climáticas adversas, haciendo que las tasas de desnutrición sean alarmantemente altas. En particular, la desnutrición infantil ha alcanzado niveles de emergencia en varias regiones, incluyendo Somali, Oromia, Afar y Tigray, donde más de cuatro millones de mujeres embarazadas, lactantes y niños pequeños requieren tratamiento inmediato.
El PMA tenía la intención de brindar asistencia nutricional a dos millones de madres y niños en 2025, pero se ha visto forzado a recortar gastos debido a haber recibido solo la mitad de la financiación que tuvo el año pasado. «Lo que es especialmente importante ahora es que se nos están acabando los alimentos nutritivos», advirtió Milisic, quien indicó que el programa de asistencia podría detenerse si no llega ayuda rápidamente.
Para hacer frente a esta crisis, el PMA ha tenido que reducir raciones para poder llegar a las comunidades más vulnerables, lo que ha llevado a que solo se esté distribuyendo el 60% de las raciones a la mayoría de los 800.000 refugiados que atienden. La situación es aún más grave para los desplazados y etíopes con inseguridad alimentaria grave, a quienes se les han proporcionado solamente el 80% de las raciones necesarias en los últimos nueve meses.
Las operaciones de ayuda se han visto interrumpidas en varias áreas, especialmente en la conflictiva región de Amhara, donde el acceso para el personal humanitario se ha complicado, amenazando la entrega de socorro vital para más de 500.000 personas. «Los secuestros de vehículos, las amenazas y los robos están en aumento, poniendo en grave riesgo la seguridad de nuestro personal», añadió el funcionario del PMA.
A pesar de estas dificultades, el PMA continúa proporcionando comidas escolares diarias a 470.000 niños cada mes, incluyendo a 70.000 provenientes de comunidades de refugiados. Estas iniciativas se están llevando a cabo en las zonas afectadas por el conflicto y la inseguridad alimentaria en el norte de Etiopía. Además, la agencia está trabajando para preparar y proteger los medios de subsistencia en las regiones propensas a la sequía, ayudando a más de 200.000 personas con mensajes de alerta temprana y transferencias de efectivo.
Para mantener sus operaciones y alcanzar su objetivo de ayudar a 7,2 millones de personas este año, el PMA necesita urgentemente 222 millones de dólares antes de septiembre. «Contamos con los equipos, la logística, las capacidades y nuestro personal; lo que nos falta son los recursos para actuar y la escala requerida para hacer frente a esta crisis», concluyó Milisic.
Fuente: ONU últimas noticias