En Haití, la situación de seguridad se ha deteriorado de manera alarmante, con un total de 3,661 asesinatos registrados en lo que va del año, como ha informado la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Este incremento de la violencia, perpetrada principalmente por grupos de pandillas que controlan gran parte del país, ha llevado a que la lucha contra la inseguridad se convierta en la máxima prioridad para las autoridades haitianas y la comunidad internacional.
El informe revela que los altos niveles de violencia se mantienen sin cambios con respecto al año anterior y que, durante el primer semestre, al menos 860 personas perdieron la vida y otras 393 resultaron heridas en operaciones policiales en la capital, Puerto Príncipe. Esta situación ha generado preocupaciones sobre el posible uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades, especialmente considerando que este contexto ha llevado al reclutamiento de un número significativo de niños por parte de las pandillas.
Una de las tácticas más preocupantes empleadas por estos grupos es la violencia sexual, que ha aumentado notablemente, siendo utilizada como un medio para castigar y someter a la población. Los datos también indican que la violencia de las pandillas se ha extendido más allá de la capital, afectando regiones que tradicionalmente habían sido más seguras, lo que ha generado un éxodo de personas que buscan escapar de la criminalidad.
En el departamento agrícola de Artibonite, las pandillas han comenzado a extorsionar a los agricultores y han invadido sus tierras, lo que ha resultado en la pérdida de más de 3,000 hectáreas cultivables. Esto ha contribuido a agravar la crisis alimentaria que enfrenta el país, con 1.6 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda.
El informe también hace referencia a las amenazas emitidas por las pandillas en respuesta al despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, compuesta por fuerzas policiales de diferentes países. Uno de los líderes de pandillas emitió un video desafiando a la misión, lo que refleja el clima de tensión y violencia que se vive en el país.
Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha enfatizado la necesidad urgente de que las autoridades haitianas implementen reformas efectivas para fortalecer su sistema judicial y las instituciones estatales. Además, ha instado a la comunidad internacional a garantizar el cumplimiento de las sanciones impuestas para combatir la violencia de las pandillas y proteger a la población vulnerable, incluidos los niños y las víctimas de violencia de género. Sin una acción decisiva y sostenida, Haití podría seguir atrapado en un ciclo interminable de violencia y sufrimiento.
Fuente: ONU últimas noticias