Haití: En Búsqueda de Seguridad, Dignidad y Esperanza

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Haití, un país desesperado por tener seguridad, dignidad y esperanza

Durante una reciente visita a Haití, Tom Fletcher, coordinador de Socorro de Emergencia de la ONU, expresó su profunda preocupación por la situación que viven millones de haitianos. «Me da vergüenza, en nombre del mundo, que no podamos encontrar en nosotros mismos más compasión», afirmó, haciendo eco del clamor de aquellos que enfrentan una crisis de seguridad y dignidad.

La nación caribeña, con una población de 11 millones de personas, atraviesa una grave crisis humanitaria exacerbada por un brote de cólera y un aumento alarmante de malnutrición. Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la mitad de la población enfrenta inseguridad alimentaria y el desplazamiento forzado se ha triplicado, afectando a más de un millón de personas en el último año.

La violencia de pandillas es un factor central en esta crisis. Grupos armados han tomado el control de grandes áreas, lo que ha resultado en asesinatos, violaciones y el saqueo de infraestructura civil, incluidos hospitales y escuelas. Un dato alarmante es que hasta la mitad de los miembros de estos grupos son niños, lo que ha generado un clima de miedo constante en la vida diaria de los haitianos.

Fletcher también recogió testimonios de familias desplazadas que, actualmente, viven en condiciones precarias. Roudy Jean expresó el anhelo de vivir «de manera normal, como en el resto del mundo», mientras que Cashmina Jean-Michel relató su desgarradora experiencia al perder su negocio y, más importante aún, la seguridad de sus hijos. «No tuve otra opción que recogerlos y salir corriendo de inmediato», un testimonio que ilustra el impacto devastador de la violencia en la vida cotidiana.

Pese a los esfuerzos de las agencias de la ONU por proporcionar apoyo esencial, el financiamiento sigue siendo un obstáculo. El llamamiento humanitario para Haití asciende a 908 millones de dólares, de los cuales solo se ha logrado financiar el 11%. Esto deja un déficit alarmante de 800 millones de dólares, lo que pone de manifiesto la urgencia de una respuesta más efectiva y solidaria.

«Esto no es suficiente», subrayó Fletcher. «Tenemos que hacerlo mejor” al referirse a la necesidad de que la comunidad internacional se una para ayudar a los haitianos a recuperar su dignidad y reconstruir sus vidas. La situación demanda compasión y acción, ya que la esperanza y la supervivencia de millones dependen de ello.
Fuente: ONU últimas noticias