En un encuentro con la prensa celebrado este viernes, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, lanzó una advertencia sobre las graves repercusiones que los recortes en la financiación humanitaria y de desarrollo por parte de Estados Unidos podrán tener para las poblaciones más vulnerables del mundo. Guterres agradeció profundamente el liderazgo histórico de Estados Unidos en este ámbito, manifestando que «la generosidad y la compasión del pueblo estadounidense no solo han salvado vidas, construido la paz y mejorado el estado del mundo», sino que también «han contribuid a la estabilidad y prosperidad de las que dependen los estadounidenses».
Durante su intervención, Guterres enfatizó que reducir el papel humanitario y la influencia estadounidense afectará negativamente los intereses de Estados Unidos a nivel global. El Secretario General instó a la revisión de estas decisiones en base a un análisis más detallado, y ofreció la disposición de los organismos de la ONU para proporcionar toda la información y justificación necesarias sobre sus proyectos en curso.
El impacto de estos recortes se extiende a una variedad de programas críticos, que abarcan desde la asistencia a comunidades afectadas por conflictos y desastres naturales, hasta la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas. Según datos de la ONU, más de nueve millones de personas en Afganistán se quedarán sin servicios médicos debido a la suspensión de cientos de equipos sanitarios móviles. En el noreste de Siria, 2,5 millones de personas requieren ayuda y se verán afectados por estos recortes. En Ucrania, la suspensión de la ayuda en efectivo que beneficiaba a un millón de personas en 2024 afectará a las regiones más necesitadas. Sudán del Sur también enfrenta una crisis crítica, con programas de apoyo a personas desplazadas que se han visto gravemente recortados.
Entre las acciones que deberá limitar la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) está la interrupción de programas dirigidos a combatir el fentanilo y otros desafíos relacionados con las drogas. Además, los recortes han impactado programas vitales en la lucha contra enfermedades como el VIH/SIDA, la tuberculosis, la malaria y el cólera.
Guterres destacó que, a pesar de estos desafíos, la ONU asiste y protege anualmente a más de 100 millones de personas gracias a la generosidad de los donantes, liderados por Estados Unidos. En respuesta a la situación actual, los coordinadores humanitarios están trabajando de manera urgente para actualizar estrategias que permitan salvaguardar los esfuerzos de asistencia vital. Para ello, el Comité Permanente entre Organismos ha acordado un plan que prioriza la eficiencia y la diversificación de donantes, subrayando el compromiso de la ONU de hacer que el esfuerzo humanitario sea lo más eficaz, responsable e innovador posible, sin dejar de salvar vidas.
Fuente: ONU últimas noticias