Guía de Preemption: El Plan de las Grandes Tecnologías Copiado de Big Tobacco

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Preemption Playbook: Big Tech’s Blueprint Comes Straight from Big Tobacco

En un análisis reciente, Jake Snow, de la ACLU de California del Norte, señala que las grandes empresas tecnológicas están utilizando tácticas similares a las de la industria tabacalera en la década de 1990 para debilitar las leyes de privacidad. El objetivo de estas estrategias es implementar leyes federales de privacidad, como la Ley de Derechos de Privacidad Americana (APRA), que podrían anular legislaciones estatales más robustas.

A lo largo de los años, la industria tabacalera intentó introducir un «Programa de Acomodación» que buscaba reemplazar leyes estatales estrictas sobre el consumo de tabaco por normativas federales menos restrictivas. Hoy en día, Big Tech está siguiendo este mismo patrón, enfrentándose a una creciente presión pública para que se fortalezcan las protecciones de privacidad.

Snow describe un proceso en tres etapas que ambas industrias han utilizado para debilitar leyes en ciertos estados: en primer lugar, se introducen múltiples proyectos de ley débiles en diferentes estados; en segundo lugar, se alegan confusiones sobre su cumplimiento; y finalmente, se demanda la «preemción» de las iniciativas de base.

La preemción es un principio legal que permite que un nivel de gobierno superior reemplace el poder de un gobierno inferior. En este caso, un proyecto de ley federal podría anular las disposiciones de una ley estatal. La Electronic Frontier Foundation (EFF) ha dejado claro que se opone a estas legislaciones federales que buscan desmantelar las protecciones estatales existentes.

La EFF sostiene que el Congreso debería establecer un estándar nacional para la privacidad, pero sin restringir la capacidad de los estados para actuar ante problemas actuales y futuros. A principios de año, la EFF, junto con la ACLU y otras organizaciones de derechos digitales y humanos, se opuso a las secciones de preemción en la APRA, argumentando que la mejor manera de evitar daños es establecer un estándar federal como base mínima, y no como un límite para lo que los estados pueden hacer.

Las empresas que recolectan y utilizan datos personales han argumentado que un «mosaico» de leyes estatales resulta ineficaz para proteger la privacidad. Sin embargo, muchas leyes federales ya funcionan como suelos regulatorios y no impiden que los estados promulguen y hagan cumplir sus propias leyes más fuertes.

Históricamente, los estados han actuado como «laboratorios de democracia», buscando implementar legislaciones innovadoras en materia de privacidad. Por lo tanto, es fundamental que las leyes federales sirvan de base y no de límite, especialmente frente a la rápida evolución de los desafíos en el ámbito de la privacidad.

Mientras que Big Tobacco no logró asegurar la preemción de las leyes estatales antitabaco, hay esperanzas de que Big Tech enfrente una resistencia similar en su intento de debilitar las leyes de privacidad estatales. La EFF continúa su lucha contra la preemción, defendiendo el derecho de los estados a proteger a sus ciudadanos de manera efectiva.
Fuente: EFF.org