Los gazatíes se encuentran en una grave crisis alimentaria, con expertos en seguridad alimentaria respaldados por la ONU advirtiendo sobre un «riesgo crítico de hambruna». Esta advertencia se emite en el contexto de los 19 meses de conflicto con Israel y los últimos 70 días sin entregas de ayuda ni de suministros comerciales. Según la Clasificación de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC), la situación es alarmante, ya que se agotan los bienes indispensables para la supervivencia de la población.
La IPC ha informado que alrededor de 500.000 personas en Gaza, es decir, una de cada cinco, enfrenta una amenaza de inanición. La organización ha subrayado que, en caso de continuar el conflicto militar y mantener el bloqueo humanitario, la situación podría empeorar al carecer la población de acceso a suministros y servicios esenciales.
Los precios de los productos básicos han alcanzado niveles insostenibles; un saco de 25 kilos de harina de trigo se vende entre 235 y 520 dólares, representando un aumento desmesurado del 3000% desde febrero. En particular, el 15% de los habitantes de las gobernaciones de Rafah, Gaza del Norte y Gaza están clasificados en la categoría más crítica de inseguridad alimentaria, IPC5.
A la par de esta crisis, se han intensificado los ataques contra instalaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Recientemente, una escuela gestionada por esta agencia fue atacada en la ciudad de Gaza, resultando en la muerte de al menos dos personas y dejando a varios heridos. En otra ocasión, un bombardeo en el campamento de Jabalia causó la muerte de cuatro personas, y dejó a la oficina de la UNRWA completamente destruida.
Por otro lado, el plan propuesto por Israel para gestionar la entrega de alimentos y otros suministros ha sido condenado por la comunidad humanitaria. La IPC lo considera insuficiente para abordar las necesidades críticas de la población, advirtiendo que crear barreras de acceso a la ayuda podría perjudicar aún más a sectores vulnerables.
Con la situación general empeorando, la IPC ha señalado que existe un alto riesgo de hambruna en Gaza para finales de septiembre y que muchas familias se ven obligadas a recurrir a «estrategias extremas de supervivencia». Un creciente número de hogares ha informado haber comenzado a recoger basura para venderla, mientras que la cohesión social en la región se deteriora rápidamente.
Fuente: ONU últimas noticias