Gaza: Un Nacimiento Forzado en Tiempos de Guerra

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Gaza: “No tuve más remedio que dar a luz a mi propio bebé”

Yasmeen, comadrona de Gaza, recordó con angustia cómo los dolores de parto la sorprendieron a las cuatro de la mañana, sin nadie a su alrededor que pudiera ayudarla. «Sentí que podía terminar con mi muerte y la de mi bebé por nacer», afirmó. Cuando su esposo salió en busca de ayuda, no había ambulancias disponibles, ni nadie que pudiera llevarla a un hospital. Sin otra opción, Yasmeen se preparó para dar a luz en casa. «Les pedí a mis hijos que pusieran un colchón en el suelo. No tenía analgésicos, pero no tuve más remedio que dar a luz a mi propio bebé», relató.

Habitualmente, trabajaba en el departamento de maternidad y neonatal del Hospital Al-Shifa, que ha sufrido graves daños a causa de los frecuentes ataques. Ahora, los servicios de salud materna están muy limitados, y muchas mujeres embarazadas se ven obligadas a enfrentar situaciones similares a la de Yasmeen. Actualmente, solo 15 centros de salud en Gaza pueden ofrecer atención obstétrica y neonatal, todos desbordados por la demanda y con una crítica falta de recursos.

«Mis hijos pequeños lloraban aterrorizados mientras yo sufría delante de ellos. No sabía qué me iba a pasar en los próximos minutos», añadió Yasmeen. La situación se ha vuelto insostenible, con al menos 15 mujeres dando a luz cada semana sin la asistencia de profesionales, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus recién nacidos. Yasmeen pudo cortar el cordón umbilical con un cuchillo calentado al fuego y comenzó a amamantar a su hijo, pero el temor por la seguridad y la salud es constante.

En medio de esta crisis sin precedentes, las historias de tragedia son difíciles de ignorar. La comadrona Sahar relató el caso de una mujer que entró en trabajo de parto en medio de un asalto, sin herramientas adecuadas y con la falta de suministros vitales. «La paciente sufrió una hemorragia posparto severa. No había sangre disponible ni médicos que pudieran ayudarla, y no pudimos detener la hemorragia; ella murió, dejando atrás a su recién nacido», comentó Sahar.

Los impactos del conflicto han llevado a un aumento alarmante en las complicaciones en los partos, incluyendo abortos espontáneos y muertes neonatales. El UNFPA estima que, en este contexto devastador, hay 55.000 mujeres embarazadas atrapadas en un ciclo de ataques, hambre severa y desnutrición. Cada día, aproximadamente 130 bebés nacen en Gaza, muchos de ellos bajo condiciones críticas.

El doctor Ahmed, director del Departamento de Salud Pediátrica y Materna, subrayó que la situación en los hospitales es catastrófica, con más de mil niños ingresando diariamente, lo que triplica la carga habitual. Los suministros médicos esenciales se están agotando, y los partos están causando estragos en la salud de las mujeres y sus bebés.

Mientras el UNFPA intenta expandir sus servicios y ha comenzado a operar en centros temporales, la necesidad de ayuda humanitaria se vuelve cada vez más urgente. Sin una intervención significativa, el sistema de salud en Gaza podría colapsar por completo, privando a miles de mujeres y niños de la atención médica que tanto requieren.
Fuente: ONU noticias Salud