A pesar de la reciente promesa de Israel de implementar pausas tácticas para facilitar el acceso de la ayuda de la ONU, la situación en Gaza sigue siendo crítica. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha señalado que la asistencia humanitaria que ha llegado hasta ahora es insuficiente y que los convoyes enfrentan obstáculos y peligros en las provisiones de rutas habilitadas por las autoridades israelíes. En este contexto, muchas personas en Gaza claman por el restablecimiento del sistema de distribución de la ONU.
Asma Masoud, una mujer desplazada del norte de Gaza, expresa su frustración: “Nunca recibimos la ayuda que nos corresponde. Mi marido está paralítico y hay muchas viudas que no pueden alimentar a sus hijos. La ayuda que llega es vendida a precios elevados por algunos jóvenes, mientras otros se quedan sin nada”. Asma reclama un mecanismo de distribución más justo, similar al de años anteriores, que incluía el uso de mensajes de texto para asegurar que la asistencia llegara a todos los necesitados.
Inaam Siam, otra desplazada del campo de refugiados de Jabalia, también se enfrenta a la difícil decisión de salir a buscar comida para sus seis hijos, uno de los cuales está herido. Su desesperación es palpable: “¿Por qué no se puede entregar la ayuda en almacenes y distribuirla por mensajes de texto? Si me matan, ¿quién cuidará de mis hijos?”. La OCHA ha reportado que alrededor de 1500 personas han perdido la vida desde mayo mientras intentaban acceder a alimentos.
Mientras tanto, en Darfur del Norte, Sudán, la situación de salud se agrava con la propagación del cólera, afectando a más de 640.000 niños menores de cinco años, según UNICEF. Desde el inicio de estos brotes, se han producido más de 1.180 casos y al menos 20 muertes en la ciudad de Tawila. Esta ciudad, además de albergar a más de medio millón de desplazados, se halla bajo condiciones de crisis alimentaria y sanitaria, exacerbadas por el bombardeo de hospitales y centros de salud.
Con el sistema de salud colapsado y el acceso limitado al agua potable, Tawila se ha convertido en un punto álgido de crisis. En El Fasher, enfrentamientos recientes han dejado un saldo de víctimas civiles y han interrumpido aún más el acceso a la ayuda humanitaria, mantenida fuera desde hace más de un año.
A medida que las crisis en Sudán, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo se intensifican, Uganda podría albergar hasta dos millones de refugiados para finales de este año, según ACNUR. La escasa financiación y la presión sobre los recursos han comenzado a revertir los logros alcanzados en la acogida y asistencia a los refugiados.
Por otro lado, del 5 al 14 de agosto, delegaciones de 179 países se reunirán en Ginebra para negociar un acuerdo internacional con el objetivo de combatir la crisis de la contaminación plástica. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a menos que se implementen medidas efectivas, los residuos plásticos podrían triplicarse para 2060, con efectos devastadores en el medio ambiente y la salud pública.
Fuente: ONU últimas noticias