Los últimos vestigios de vida en Gaza se apagan día tras día, advierten las Naciones Unidas. Millones de civiles están atrapados en un espacio reducido, luchando contra el hambre, la enfermedad y el desplazamiento constante. El Ministerio de Sanidad de Gaza ha registrado recientemente 101 muertes de palestinos por desnutrición, de las cuales 15 ocurrieron en solo 24 horas. Al menos 80 de estos fallecimientos corresponden a niños, y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha señalado que es probable que muchos más estén muriendo sin ser reportados.
Una mujer palestina, conmovida por la desesperada situación de su amiga, clamó: “¡Tengan piedad de nosotros! ¡Tengan piedad de nuestros niños!”. Ella relató cómo su amiga se vio obligada a recoger restos de comida del suelo en un campamento de desplazados debido a la falta de suministros. Cientos de personas esperan bajo el sol ardiente en la aflicción de obtener algo que alivie su hambre; cuando llega la comida, la espera se convierte en una lucha por una porción.
Las limitadas cocinas comunitarias han sido el único refugio para muchas familias, ofreciendo una comida diaria a base de lentejas, aunque esto sea escaso. En el Hospital Especializado Al-Rantisi para Niños, las familias con niños en estado crítico de desnutrición llegan constantemente. El médico Ragheb Warshagha describió la situación como miserable, donde tanto madres como hijos sufren de desnutrición.
La impotencia de las madres es palpable. Una madre, quien no puede amamantar a su hija debido a la falta de alimentos, expresó su dolor al ver cómo su salud se deteriora cada día. Otro testimonio relató que su hijo vive únicamente de suero debido a la falta de alimentos, mientras otro padre lamenta que sus hijos gemelos también padecen desnutrición aguda.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha indicado que los ciudadanos que buscan comida arriesgan sus vidas, enfrentándose diariamente al fuego de las fuerzas israelíes. De acuerdo con datos recopilados, entre mayo y julio, más de mil palestinos murieron al intentar acceder a alimentos. Al mismo tiempo, los mercados de Gaza están casi vacíos y lo poco que queda tiene precios exorbitantes.
El testimonio de Nour Sobeh, un desplazado de Beit Lahia, refleja la gravedad de la situación: “Mis hijos se duermen sin comer. Llevo horas buscando comida y no he encontrado nada”. Otros residentes también han declarado que han entrado en una “etapa de hambruna extrema”, donde lo básico se vuelve inaccesible.
La desesperación ha llevado a algunos, como Bassam Dawoud, a hacer un llamado a la comunidad internacional para que presione a Israel a permitir el ingreso de ayuda. “El cierre de los pasos fronterizos es la causa de nuestro sufrimiento”, afirmó. OCHA advierte que la privación masiva en Gaza se ha convertido en la norma, y subraya la urgencia de facilitar el acceso humanitario sin obstáculos a la población civil.
Fuente: ONU últimas noticias