Gaza: La Estrategia Israelí de Ayuda y la Privación Intencionada

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Gaza: El esquema israelí de distribución de ayuda legitima una política de privación intencional

Al cumplirse 600 días de conflicto en la Franja de Gaza, la situación humanitaria se ha deteriorado notablemente. Decenas de miles de civiles, atrapados en la carestía y el desespero, asaltaron un punto militarizado de distribución del nuevo plan de ayuda israelí, apoyado por Estados Unidos y sin la participación de la ONU. Este asalto resultó en casi 50 personas heridas por disparos. Jonathan Whittall, jefe de la Oficina de Asuntos Humanitarios en los territorios palestinos ocupados, señaló que estos eventos son una manifestación del castigo colectivo que sufre el pueblo palestino y una aceleración del ataque a su dignidad humana.

Whittall explicó que el nuevo esquema de distribución de ayuda no solo refleja un control más estricto, sino que ha creado una escasez artificial, con cuatro centros de distribución en el centro y sur de Gaza. Estos centros están protegidos por contratistas de seguridad privados estadounidenses, lo que dificulta el acceso de los palestinos. Además, uno de estos centros se encuentra cerca del lugar donde fuerzas israelíes mataron y enterraron en una fosa común a 15 socorristas, lo que Whittall describe como un «símbolo grotesco» de la situación actual.

El jefe humanitario enfatizó que el modelo de distribución propuesto no puede satisfacer las necesidades básicas de la población en Gaza y que reconocer esto sin cumplir con las obligaciones internacionales equivale a aceptar la culpabilidad. Según él, este esquema de racionamiento, basado en la vigilancia, legitima una política de privación intencional en un momento crítico, donde la mitad de la población es infantil y enfrenta una crisis de supervivencia.

La Oficina de la ONU ha reiterado que las autoridades israelíes están socavando su capacidad para proporcionar asistencia genuina, enfatizando que la ventana de oportunidad para evitar la hambruna se está cerrando rápidamente. Insisten en que el suministro de alimentos debe ser diversificado y entregado sin obstáculos, recordando que Israel tiene obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario para respetar la dignidad de los civiles.

En medio de las preocupaciones por la desviación de ayuda por parte de Hamás, OCHA ha refutado estas acusaciones al señalar que no hay pruebas que las respalden. De hecho, la ayuda coordinada a través de la ONU representó solo el 35% de los suministros durante el alto el fuego, y se carece de supervisión efectiva sobre lo que Israel distribuye de manera alternativa.

Whittall también destacó que la creciente ofensiva israelí ha sembrado aún más la desolación, afectando hospitales y fuentes de agua, y ha señalado que este nuevo sistema de ayuda parece establecer que la supervivencia es un privilegio otorgado únicamente a aquellos que se alinean con un plan militar específico.

La ONU ha rechazado participar en este esquema, describiéndolo como logísticamente inviable y contrario a los principios humanitarios, que estipulan que la ayuda no debe ser utilizada como un arma. Los organismos de asistencia han reafirmado su unidad y su compromiso de no involucrarse en ningún plan que comprometa su neutralidad e independencia.

Whittall ha instado a reintegrar el sistema de asistencia de la ONU con capacidad suficiente para proporcionar ayuda directa y necesaria a las familias en Gaza. Ha hecho un llamado a la comunidad internacional para presionar a Israel y detener las violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en el territorio.
Fuente: ONU últimas noticias