Las acciones del ejército israelí en Gaza están generando una creciente preocupación entre los organismos de derechos humanos y la comunidad internacional. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU ha calificado los ataques, que han causado la muerte de numerosos civiles, como «crímenes atroces». Según el portavoz de la agencia, Jens Laerke, hay un «cruel desprecio por la vida y la dignidad humanas» en los actos de guerra que se están llevando a cabo.
Desde que Israel reanudó los bombardeos el 18 de marzo, se han registrado al menos 855 muertes entre los habitantes de Gaza, la mayoría mujeres y niños. Además, cerca de 1,900 personas han quedado heridas y al menos 140,000 gazatíes han sido desplazados forzosamente por las acciones militares. ONU Mujeres ha documentado los testimonios de mujeres palestinas que se resisten a evacuar, argumentando que no hay lugares seguros a donde ir. Maryse Guimond, representante de la organización, citó a una mujer que manifestó: «Mi madre dice que la muerte es la misma tanto en la ciudad de Gaza como en Deir al Balah; solo queremos regresar a Gaza».
La situación en Gaza se agrava aún más por el desabastecimiento de suministros médicos, según la Organización Mundial de la Salud. El bloqueo total que Israel ha impuesto a la entrada de ayuda humanitaria ha llevado a que los bancos de sangre en Gaza cuenten con menos de 500 unidades, mientras que se requieren al menos 4,500 unidades al mes para atender emergencias médicas.
Mientras tanto, en el Líbano, la responsable de la ONU ha expresado su preocupación por los intercambios de fuego en la frontera, instando a ambas naciones a evitar un regreso a un conflicto más amplio que afectaría gravemente a los civiles en la región. Tras un reciente ataque israelí en los suburbios de Beirut, Jeanine Hennis hizo un llamado enérgico para que todos los actores involucrados se alejen del «abismo» del conflicto.
En otro contexto, América Latina y el Caribe han enfrentado desafíos climáticos severos, como huracanes, sequías e inundaciones, que han marcado un año de «profunda huella» social. La Organización Meteorológica Mundial ha señalado que se han batido récords en fenómenos climáticos, con una temperatura media que superó en 0.9 grados Celsius el promedio de años anteriores.
Finalmente, en Myanmar, un terremoto de magnitud 7.7 ha dejado importantes daños y se ha declarado el estado de emergencia en varias regiones. Al menos 80 personas han perdido la vida, mientras que los equipos de la ONU se preparan para evaluar la situación y brindar ayuda a los afectados en medio de una prolongada crisis humanitaria que ha desplazado a millones.
Fuente: ONU últimas noticias
