La campaña de vacunación contra la polio en el norte de Gaza ha recibido luz verde y comenzará mañana, según anunciaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF. Esta será la tercera fase de la iniciativa, que había sido pospuesta anteriormente debido a la falta de garantías de pausas humanitarias, además de los intensos bombardeos y las órdenes de evacuación masiva que se han estado registrando en la región.
Las agencias internacionales han señalado que, a pesar de que se retome la vacunación, el área en la que se podrán realizar estas pausas humanitarias se ha visto reducida considerablemente en comparación con la primera ronda llevada a cabo en septiembre. En esta ocasión, la campaña se limitará únicamente a la ciudad de Gaza, lo que presenta un desafío adicional. Se estima que al menos 100.000 personas se han visto obligadas a refugiarse en la ciudad por razones de seguridad, pero alrededor de 15.000 niños menores de diez años de otras comunidades del norte no tendrán la oportunidad de ser vacunados, lo que pone en riesgo la eficacia del programa.
Para lograr interrumpir la transmisión del virus, es necesario vacunar al menos al 90% de todos los niños. Sin embargo, las circunstancias actuales plantean serias dificultades frente a este objetivo.
En un contexto más amplio, las tensiones en la región no solo limitan los esfuerzos de salud pública. Recientemente, Philippe Lazzarini, responsable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), denunció la destrucción de una oficina de la agencia en el campamento de Nur Shams, al norte de Cisjordania, que prestaba servicios a más de 14.000 refugiados. Lazzarini subrayó que este tipo de instalaciones deben ser protegidas en todo momento, incluso en tiempos de conflicto, ya que son cruciales para garantizar el acceso a servicios básicos como la educación y la salud.
Mientras tanto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido sobre el riesgo creciente de fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias e inundaciones que han asolado España recientemente y que han dejado más de 150 víctimas. Además, la UNESCO ha publicado un informe que revela que 251 millones de niños y jóvenes siguen sin escolarizar en el mundo, a pesar de los avances en la materia. La agencia ha instado a la comunidad internacional a movilizar más financiación para la educación, especialmente en países con rentas bajas.
Este amplio panorama de crisis humanitarias, de salud y de educación resalta la urgente necesidad de abordar los desafíos a los que se enfrentan estas regiones vulnerables, donde la violencia, el conflicto y el cambio climático generan un ciclo de dificultades estructurales que amenazan el bienestar de las poblaciones más jóvenes y vulnerables.
Fuente: ONU últimas noticias