Más de un centenar de personas se unieron a la IX Marcha Solidaria de Fuentenovilla, que tuvo lugar el pasado 4 de enero. Este evento, que cubrió un recorrido de seis kilómetros, tuvo un claro objetivo: recaudar fondos para la Asociación de Padres de Niños Autistas de Guadalajara (APANAG).
A pesar de la fría mañana, acompañada de niebla y llovizna, los participantes se congregaron en la Plaza Mayor de la villa alcarreña para dar inicio a la marcha. La recaudación obtenida a través de las inscripciones se destinará íntegramente a ayudar a las familias que la Asociación apoya, un total de alrededor de 120 en la provincia.
La alcaldesa de Fuentenovilla, Monserrat Rivas, hizo entrega de la recaudación al presidente de APANAG, Roberto Inglés. Durante el acto, Rivas expresó su admiración por el trabajo que realizan los padres de los niños afectados por el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y destacó la importancia de la ayuda que recibieron de la asociación. «En el pueblo hay dos niños muy queridos con TEA, y sabemos bien el esfuerzo que hacen sus familias», declaró la alcaldesa, quien también mostró su disposición a colaborar en futuros eventos solidarios.
Por su parte, Roberto Inglés manifestó su agradecimiento por el apoyo recibido. Recordó que la Asociación ha comenzado un nuevo proyecto conocido como Centro de Día, cuyo objetivo es proporcionar atención a personas con TEA. «Esta clase de iniciativas no solo nos aporta visibilidad, sino también el apoyo financiero necesario para ofrecer atención adecuada a quienes lo necesitan», comentó Inglés. Además, animó a la comunidad a continuar organizando eventos de este tipo para respaldar a APANAG y otras asociaciones similares.
La ruta de la marcha fue diseñada para ser accesible, destacando algunas de las fuentes más emblemáticas del pueblo. La actividad no solo fomentó la solidaridad, sino que también permitió crear conciencia sobre el TEA, una condición que afecta el desarrollo neurológico y la interacción social de quienes la padecen.
El Trastorno del Espectro Autista es un conjunto de condiciones que varían mucho entre los individuos, afectando la comunicación y el comportamiento. Aunque no existe una causa única, se reconoce que tiene un origen genético y puede estar influenciado por factores ambientales. Sin un tratamiento específico que cure el TEA, el enfoque se centra en mejorar la calidad de vida de los afectados a través de terapias que potencien sus habilidades y fomenten su integración social.