A raíz de la pandemia de COVID-19, muchas organizaciones decidieron implementar el trabajo remoto, una modalidad que, aunque funcional, ha traído consigo desafíos significativos en términos de relaciones interpersonales y sentido de pertenencia corporativa. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT) destaca la necesidad de redefinir las estrategias de comunicación corporativa para fomentar el bienestar de los trabajadores en este nuevo contexto.
Las organizaciones, más allá de su estructura física y tecnológica, son comunidades compuestas por personas que colaboran para alcanzar objetivos comunes. No obstante, el teletrabajo, junto con la automatización y tercerización, ha llevado a muchas empresas a adoptar modelos menos relacionales, disminuyendo así la interacción informal entre colegas. Esto puede tener un impacto negativo en la cohesión y la comunicación interna.
Un artículo publicado en la revista BMC Psychology presenta los hallazgos de una investigación conducida por Luis M. Romero-Rodríguez y Bárbara Castillo Abdul. El estudio identificó nueve dimensiones y 103 variables clave para la gestión eficaz de las relaciones internas, destacando la importancia de aplicar el «happiness management», una filosofía que persigue mejorar el bienestar de los empleados y prevenir liderazgos tóxicos.
Según Romero-Rodríguez, la incorporación del «happiness management» implica fomentar un entorno laboral que apoye psicológicamente a los empleados. Esto se logra a través de tres grandes áreas: el desarrollo de un espacio de trabajo positivo, el fortalecimiento de una personalidad laboral saludable y la promoción de experiencias emocionales enriquecedoras durante la jornada laboral.
Castillo-Abdul, por su parte, considera que el «happiness management» abarca mucho más que las tradicionales actividades de integración y reconocimiento. Se trata de una manera integral de comunicar, que incluye estilos de liderazgo, evaluaciones del ambiente laboral, protocolos para resolver conflictos y ofrecer apoyo emocional y psicológico a los empleados.
La retención y motivación de talento se ha convertido en un reto para las empresas, sobre todo frente a la competencia internacional que ofrece propuestas laborales atractivas gracias al trabajo remoto. Las organizaciones, según Castillo Abdul, deben atender al «salario emocional»: beneficios no monetarios como la flexibilidad laboral, conciliación personal, oportunidades de desarrollo y bienestar integral.
El trabajo de Romero-Rodríguez y Castillo-Abdul propone una guía para implementar el «happiness management» en las organizaciones, manteniendo un equilibrio entre rigor científico y aplicabilidad práctica. La guía ofrece una estructura de tres objetivos macro: crear un ambiente laboral positivo, fomentar personalidades optimistas y garantizar experiencias laborales constructivas.
Estas directrices, sustentadas por un centenar de variables detalladas, buscan permitir a las organizaciones evaluar y mejorar sus prácticas internas. Con miras al futuro, los investigadores planean desarrollar herramientas digitales que optimicen la auditoría de estas variables, potenciando así la eficiencia organizacional en beneficio del bienestar de sus empleados.