En mayo de 2025, el costo promedio de los servicios de transporte en la Unión Europea (UE) experimentó un aumento del 1,7% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este incremento abarca una variedad de modalidades, que incluyen el transporte ferroviario, por carretera, aéreo y marítimo. En particular, los precios del transporte de pasajeros por ferrocarril y carretera subieron un 4,0% y un 2,3%, respectivamente. Por otro lado, los precios del transporte aéreo mostraron una tendencia opuesta, con una caída del 3,0%.
El periodo entre mayo de 2023 y mayo de 2025 ha estado marcado por fluctuaciones moderadas en la inflación de los servicios de transporte. Comenzó con un incremento del 3,9% en mayo de 2023 y alcanzó un pico del 11,9% en junio del mismo año. Posteriormente, se registraron descensos, llegando incluso a tasas negativas hacia finales de 2023 y principios de 2024. Para agosto de 2024, la tasa anual de cambio se estabilizó en un 3,5% y continuó en niveles similares, aunque volvió a repuntar en abril de 2025 hasta llegar al 7,3%.
El transporte ferroviario mantuvo una mayor estabilidad en comparación con otros servicios de transporte, registrando cambios anuales entre el 0,8% y el 5,7%. El transporte por carretera también mostró variaciones más moderadas, oscilando entre el 1,2% y el 4,5%.
Los precios del transporte aéreo, en cambio, fueron más volátiles, reflejando la demanda de viajes y la estacionalidad. En mayo de 2023, estos precios eran un 18,4% más altos que en mayo de 2022, pero sufrieron una caída significativa del 5,3% en noviembre de 2023. Aunque fluctuaron en los meses siguientes, en noviembre de 2024, la inflación para el transporte aéreo aumentó hasta el 10,0%, alcanzando un 13,8% en abril de 2025.
Entre los Estados miembros de la UE, Malta registró la inflación más alta para los servicios de transporte en mayo de 2025, con un 19,0%, seguida de Eslovaquia con un 14,2% y Luxemburgo con un 12,7%. Sin embargo, siete países vieron disminuir sus tasas de inflación en este sector, destacándose Chipre con un -9,4%, Irlanda con un -9,2% y los Países Bajos con un -4,9%.
Este panorama revela cómo el sector del transporte continúa siendo un indicador crucial de las dinámicas económicas, afectadas por factores internos y externos que moldean tanto la oferta como la demanda en la región.