Fernando Alonso está teniendo la suerte de cara, porque parecía que en Bélgica había dicho adiós a la posibilidad de conseguir su tercer campeonato del mundo, ya que sus rivales estaban muy fuertes, pero el asturiano ha llegado a las últimas dos carreras líder y con 11 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, que es el autraliano de Red Bull, Mark Webber.
Los Red Bulls han fallado, no han sabido aguantar la presión en los momentos claves, por ejemplo, ayer Mark Webber se le fue el cohce y por tener mucho ansiedad acabó fuera de la carrera, mientras que Vettel rompió cuando iba líder, mienras que Lewis Hamilton, que acabó segundo en Corea, rompió su mala racha de tres carreras sin puntuar, una losa muy grande cuando se habla de un mundial tan igualada. Además, pilotos como Button o Massa no han sido preocupación para este póker de posibles ganadores.
El piloto español siempre ha asegurado que quedaba mucho mundial, que todos los pilotos estaban igualados y cualquier fallo podía hacer que uno de ellos no sumara puntos en un gran premio, algo que es determinante para perder el mundial.
Al piloto de Ferrari le bastará sumar dos segundos puestos para volver a ser campeón del mundo, casi un milagro si lo consigue, pero es que el «nano» es mucho «nano» y nunca se rinde.