La presentación oficial del documental «Chipre: La Isla Dividida» se llevó a cabo en el emblemático Ledra Palace Hotel, un evento que reunió a más de 200 personas bajo el auspicio de Naciones Unidas. Entre los asistentes se encontraban 13 embajadores, 18 diplomáticos, autoridades locales y representantes de medios de comunicación tanto nacionales como internacionales. La noche, repleta de arte y reflexión, se convirtió en un espacio propicio para un firme llamamiento a la acción en torno al conflicto chipriota.
El evento comenzó con la emotiva interpretación de la violinista Artemisia Antoniou, quien deleitó a los presentes con una pieza de la banda sonora del documental. A continuación, el director, David Castillo, junto a la comunicadora Marisa Pulido, se dirigió a los asistentes, agradeciendo su presencia y subrayando la importancia del tema abordado.
En su discurso, Castillo destacó la necesidad de que la comunidad internacional no ignore el conflicto que afecta a Chipre desde hace más de medio siglo. Cuestionó la respuesta de la Unión Europea a situaciones de crisis, señalando que se brindó apoyo a Ucrania, un país no miembro de la UE, antes que a Chipre, que ha sido parte del bloque durante más de dos décadas. «¿Por qué deciden enfrentarse a Rusia, pero no a Turquía?», cuestionó con firmeza. Terminó su intervención con un llamado claro: «Ayuden a Chipre ahora, para lograr lo más importante: paz, paz para todos y paz para siempre».
El documental recoge 32 testimonios de ciudadanos que han vivido el sufrimiento derivado de la división de la isla. Tras la proyección, el público respondió con una ovación de pie que duró varios minutos, y muchos asistentes se acercaron al director para agradecerle su trabajo.
El embajador de España en Chipre, Gabriel Ferran, también estuvo presente y destacó la calidad del trabajo realizado por el equipo. En sus declaraciones a la prensa, se mostró impactado e interesado por el enfoque del documental.
Entre las reacciones de los asistentes, una diplomática resaltó que «el cine tiene la capacidad de tender puentes donde la política se estanca», mientras que una periodista local lo calificó como «conmovedor y valiente». Una ciudadana chipriota compartió su experiencia al manifestar: «Por primera vez me sentí escuchada. Ojalá esto sea el inicio de conversaciones que no vuelvan a romperse y que acaben en un Chipre unido».
David Castillo también anunció la creación de una fundación destinada a apoyar el proceso de reunificación de Chipre, con el enfoque deseado por los propios chipriotas. Agradeció emocionado que las personas hubieran convertido este proyecto en «el trabajo de mi vida».
La velada culminó con un cóctel amenizado nuevamente por la música de Artemisia Antoniou, dejando a los presentes con un fuerte sentido de esperanza y la convicción de que la cultura y el testimonio pueden ser herramientas poderosas en la búsqueda de la paz.