Ya no hay más contraanálisis que hacer, las dos jugadoras de hockey femenino que dieron positivo en los controles que se realizaron durante el torneo que se disputaba Azerbayán no tienen más posibilidades para demostrar su inocencia con las muestras de orina.
Ahora la plaza olímpica que las jugadoras españolas se ganaron sobre el césped articial está en entredicho, pero no solo eso, también la podría perder si Azerbayán, casualmente el organizador del preolímpico, va al TAS.
En esta situación, no se si las dos jugadoras se doparon o fueron dopadas, puesto que desde la Federación Española de Hockey se afirma que fue una trampa que cayeron nuestras representantes, por lo que se tenía que hacer la vista gorda, aunque esto está más que complicado, y más cuando ellos son los que tienen que decidir si sancionarlas o no.
La cuestión está que varios miembros del equipo sufrieron mareos e indisposiciones gástricas durante el campeonato, por culpa de la comida que estaban digiriendo, así que de momento van a abrir una investigación paralela con muestras capilares entre todos los miembros antes de sancionar por dos años a estas jugadores, pero hay que pensar que las ucranianas también denunciaron la misma situación, por lo que hay «gato encerrado»
