El año 2024 ha marcado un hito negativo en la historia climática de Europa, al convertirse en el más cálido registrado en el continente. Este alarmante aumento de temperaturas ha sido especialmente notable en las regiones central, oriental y sudoriental. Según el informe anual del estado del clima en Europa, elaborado por el Servicio de Cambio Climático Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial, se confirma que Europa es el continente que se calienta más rápidamente y que los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes.
Florence Rabier, directora general del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas, advirtió sobre las graves repercusiones de este calentamiento en las condiciones meteorológicas extremas. “Cada fracción de grado adicional de aumento de la temperatura es importante porque acentúa los riesgos para nuestras vidas, para las economías y para el planeta”, apuntó Rabier.
El año pasado estuvo marcado por tormentas e inundaciones devastadoras que cobraron la vida de al menos 335 personas y afectaron a 413.000 ciudadanos en toda Europa. Se reportaron las inundaciones más generalizadas desde 2013, con cerca de un tercio de la red fluvial experimentando desbordamientos que supusieron un riesgo elevado.
Además, el informe señala que las condiciones climáticas también fueron muy contrastantes en el continente. Mientras que el este sufrió sequías récord, el oeste se enfrentó a uno de los años más lluviosos desde 1950.
La situación se agravó con incendios forestales devastadores en Portugal, donde en solo una semana se quemaron 110.000 hectáreas, afectando a unas 42.000 personas en total. El 60% de Europa experimentó un incremento en los días de “fuerte estrés térmico”, lo que indica una tendencia preocupante en la salud del ecosistema.
Los glaciares europeos también están pagando el precio de este clima extremo. La superficie de terreno con menos de tres meses de heladas ha alcanzado el nivel más alto de la historia, y el número de días con “un fuerte estrés por frío” ha sido el más bajo registrado. En particular, los glaciares de Escandinavia y Svalbard han visto una pérdida de masa de hielo sin precedentes.
Dada esta situación crítica, Rabier destacó la urgencia de que los países implementen medidas de adaptación al clima. Aunque el 51% de las ciudades europeas ya cuenta con un plan específico para abordar esta problemática, la situación exige acciones más rápidas y decididas para enfrentar los retos que plantea el cambio climático en el continente.
Fuente: ONU últimas noticias